A CADA COLOR DE TRAJE UNO DE ZAPATO

Antes de que el próximo sábado empecemos con una nueva serie bespoke en la que os hablaré de tres trajes confeccionados por tres sastres diferentes, esta semana me gustaría hacerlo de[...]

Antes de que el próximo sábado empecemos con una nueva serie bespoke en la que os hablaré de tres trajes confeccionados por tres sastres diferentes, esta semana me gustaría hacerlo de un tema a priori sencillo: la elección del color del zapato dependiendo de el del traje.

Efectivamente a estas alturas este tema no debería suponer ninguna dificultad pero, sin embargo, a tenor de lo que todavía se ve por ahí fuera parece que no todos lo tienen tan claro como nosotros.

1-La hora del día

Independientemente de gustos, la hora del día debería guiar nuestras elecciones. Por mucho que te guste romper normas, crear tendencias o incluso llamar la atención, hay colores que no tienen cabida con el traje y otros que sí pudieran tenerlo pero que lo pierden cuando el sol desaparece. La noche, así como las situaciones mínimamente formales, sigue exigiendo colores oscuros y el negro se presenta como opción imbatible. Sí, a pesar de que todo eso de que “brown is the new black” el “never brown after six” parece mucho más lógico si la noche ha hecho ya su aparición. 

¿El por qué?. Bueno, como expliqué en mi libro, y no es mi intención volverlo hacer por lo que lo resumo muy brevemente, hay un protocolo que data de muchos años atrás por el que los hombres al llegar a casa después del trabajo se cambiaban de ropa y se ponían las conocidas como “evening clothes”. Estas se caracterizaban por tener una mayor seriedad que las de la mañana siendo los colores blanco y negro los protagonistas. Aunque sé que esto ocurrió hace ya casi un siglo, hay ciertas normas que parecen lógicas y personalmente no veo nada malo en mantenerlas.  

Indudablemente, los tiempos cambian y las normas de convivencia se han relajado. ¿Quizás en exceso?. Que cada uno salga a la calle y juzgue por si mismo. El relajamiento de estas normas ha traído cambios y esto también ha afectado a la ropa. De ahí que por la mañana, más en sitios con mucha luz como España o Italia, los marrones cobren cierta lógica. Aunque obviamente no cualquier marrón, y por supuesto no cualquier zapato. No obstante, parece lógico que si a la mañana escogíamos un zapato marrón, por la noche se elija uno negro. ¿Acaso el día y la noche desprenden la misma luz o tienen la misma claridad? ¿Acaso vestiríamos el traje claro de lino de la mañana por la noche? Pues entonces, tampoco podemos hacerlo con los zapatos.

2-Con los trajes azul y gris

Se sea amante de la máxima discreción o sencillamente no se quiera correr riesgo alguno, nadie se equivoca si elige para su día a día un zapato que además de tener cordones, y de ser posible costura prusiana, es de color negro. El negro si bien puede no ser el más estiloso para vestirse con estos dos trajes, siempre resultará correcto. Vistiendo unos sencillos zapatos negros, de calidad y con cordones, se estará vistiendo infinitamente mejor de lo que hoy hacen la mayoría de nuestros conciudadanos.

Si nos gusta variar y además introducir un toque relajado y de estilo, parece lógico probar también con otros tonos. 

Aunque en Italia pudieran llevarnos la contraria, con el traje azul marino encontramos varias opciones interesantes como para terminar vistiendo un zapato marrón claro. Este llamativo color “choca” demasiado con el tono oscuro del traje algo que produce un fuerte contraste. Si además seguimos la horrenda costumbre española de combinar dichos zapatos marrones claros con un cinturón del mismo tono el resultado está más próximo al espanto que a cualquier estilo posible. Sin embargo, en verano los trajes azul claro admiten de buen grado estos zapatos marrones claros. 

Entre el serio color negro y los poco vistosos marrones claros, encontramos una amplia gama intermedia de colores que de vestirlos en momento y lugar añaden al conjunto un refrescante toque de estilo. Así, por ejemplo, los trajes grises quedan muy bien con zapatos burdeos o de color próximo al vino y además tienen la seriedad suficiente como para acudir sin problemas a una reunión de trabajo o en el día a día de la oficina. De gustarnos esta opción asegurémonos de prescindir de un cinturón del mismo color – los tirantes o las pletinas laterales quedan siempre más elegantes y el look final del conjunto más limpio. Otra opción siempre segura tanto con el traje gris como con el traje azul son los zapatos de tono marrón oscuro cercano al chocolate. 

El marrón oscuro, o incluso un buen patinado del mismo, aporta, por un lado la formalidad que requiere un traje azul marino y por otro, imprime un toque de elegancia que desgraciadamente no abunda en nuestras calles. Esta combinación permite tanto acudir a la oficina como a eventos algo más formales. No obstante, de acudir a un evento claramente formal, solo los zapatos negros deberían ser los elegidos. Al igual que ocurre con los zapatos marrón oscuros, los de tonalidades próximas al coñac son idóneos para acompañar también a ambos trajes. Basta tener en cuenta que cuanto más oscura sea la tonalidad del este color más formal resultará el conjunto final. 

Dicho esto, un bonito zapato artesanal de líneas clásicas inglesas del tipo semi-brogue siempre será una opción elegante con ambos tonos de color. Además, dicho brogueado contrastará con la a priori seriedad del color negro. ¿Os habéis fijado lo bonitos que son los zapatos Oxford semi-brogue con líneas de los años setenta que ciertas casas están ahora sacando en su línea RTW?. No me extrañaría que caprichos de la moda, este color retome en próximos meses gran protagonismo.

3-Con los dos piezas o con los trajes lisos de Tweed

Ciertos derbys pero sobre todo los Oxford, sus modalidades de semi-brogue o full-brogue y de color marrón oscuro combinan francamente con esos dos trajes

4-Con los trajes de color marrón

Aunque aquí podría aplicar perfectamente el famoso “never brown in town” hay que reconocer que hay trajes de un marrón pálido que de tener “duende” y estar bien cortados amplían acertadamente el abanico de trajes posibles, tanto en invierno como en verano. ¿Alguien podría negar la belleza de un traje artesanal de lino en tono tabaco? En estos es recomendable buscar un tono también marrón para el zapato. Pero no un tono normal, si no uno que mínimamente sea un grado más oscuro que el del traje. 

5-Con los trajes verde botella 

Hay trajes de estambre, tejido que se parece al de Tweed pero menos basto y más fino, que en tono verde oscuro resultan muy elegantes. Dependiendo lo atrevidos que seamos podremos escoger desde un tono azul pálido patinado hasta un granate oscuro. De no querer correr riesgos, nuevamente el marrón oscuro es la opción más segura. 

6-Con los trajes granate

Fuera de los azules y grises no resulta frecuente encontrar trajes de colores diferentes o algo arriesgados. Lo primero a tener en cuenta es que no es lo mismo un traje verde que un traje verde hecho a medida con una tela bonita, combinado correctamente y llevado con estilo. Y lo mismo ocurre con muchos otros tonos a priori llamativos. Y este es el caso de los trajes granates. Con esto estos, los marrones suelen ser buenas opciones. El tono de marrón dependerá en gran medida del tono del granate. 

En definitiva, para conocer qué color de zapato es el que se debe vestir con cada traje bastará con prestar un poco de atención a las combinaciones aquí recomendadas y conocer con antelación en qué lugar y en qué momento del día se tiene pensado vestir esos zapatos. Y para terminar no olvidemos el papel clave que aquí juegan los calcetines. Intentemos que estos aporten sentido a la elección del color de los zapatos y del pantalón. Busquemos armonía entre las tres prendas y que cada una combine acertadamente con las otras dos de manera independiente. 

El Aristócrata

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COMENTARIOS

14 comentarios

  1. Estimado Sr. Aristócrata:

    Constantemente hace la distinción entre eventos con o sin luz solar para determinar el atuendo más correcto. Sin embargo, la duda me surge en aquellas situaciones en las que el evento en cuestión comienza con luz solar, como puede se por la tarde, pero que sabemos que va a continuar de noche. ¿Lo acertado en esos casos es vestirnos como si fuera un evento con, o sin luz solar?

    Gracias anticipadas y saludos,

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  2. Hombre aristócrata, no me sea purista criticando quien viste zapatos marrones después de las 6 y luego ponga traje burdeos como opción aceptable.

    Verde muy muy oscuro puedo aceptarlo si se tienen tropecientos trajes azules y grises, ¿pero traje burdeos? No digo que en según que ambientes pueda tener su cabida (alta aristocracia británica de vuelta de todo o ambiente homosexual-festivo) pero fuera de ahí está fuera de contexto totalmente.

    El traje burdeos no cabe en el mundo de los negocios (banca, abogacía, consultoría, etc).

    Saludos,

    pd: No quiero que se interprete mi comentario sobre el traje burdeos y los homosexuales como algo peyorativo, solo quiero decir que este colectivo es más transgresor y hay vestimentas que en este ambiente son aceptadas, mientras que en otros ambientes no.

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  3. Estimado Néstor,
    Nadie está diciendo ir a la oficina con un traje granate – aunq de estar bien elegido el granate y el corte me temo q sería mucho más elegante q la mayoría de azules q veo yo por la mayoría de oficinas de España. Lo q digo es q hay ocasiones informales donde al menos yo sí me pondría un traje granate. Acaso sale usted a cenar o a pasárselo bien con el mismo traje gris o azul q lleva en la oficina? El problema es q en este país dolo se contempla el traje como indumentaria de trabajo y no como ropa tb del tiempo libre. Y en ese tiempo libre seguro q el granate juega un papel más interesante q el azul marino.
    Un saludo
    EA

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  4. Una vez más, gracias por su apología para derrotar el ostracismo español del traje azul oscuro.
    Hubiera sido deseable, tal vez, una mención a los muchos compatriotas que visten, ya no zapatos con hebilla (perfectamente válidos), mocasines y castellanos en bodas y eventos que requieren traje o un mínimo de distinción.

    Estupendo artículo
    Su fiel seguidor,
    José Luis G.

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  5. Gran artículo, como siempre.
    Sería de agradecer una serie dedicada al vestir en el mundo laboral más formal. Distinguiendo por sectores: consultoría, abogacía, banca, etc.
    Noto grandes diferencias entre unos sectores y otro. Es más, yo trabajo en uno de ellos y noto diferencias incluso entre subsectores.
    Con su gran experiencia profesional será una serie que le resulte pan comido. Y, quién sabe, quizá alguna empresa adopte mejores hábitos.
    Saludos.
    José Luis

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  6. Estimado EA,

    Muchas gracias por su artículo que, como siempre, encuentro muy interesante.

    Tanto en este artículo como en otros que he leído de Vd. veo que abomina del cinturón en general y en particular, de la costumbre de hacer coincidir el color del cinturón con los zapatos.

    En mi caso no es una opción el uso de tirantes, por aquello de la timidez y no llamar la atención en mi lugar de trabajo, que pertenece al sector industrial, por lo que creo que sería muy interesante nos ilustrase sobre cómo combinar cinturón y zapatos.

    Saludos cordiales,

    Arturo

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  7. A mi me gustan las cosas que no parecen demasiado forzadas de ahí q no me gusten los pañuelos de bolsillo en terminaciones de pico estudiadas o en un cinturón q coincide en color con el del zapato. En el caso del cinturón tp me gusta pues divide el cuerpo en dos mitades acotando la figura. Pudiera llegar a entender q a alguien no le gustaran los tirantes pero me resulta muy difícil ver algo contra las platinas. Estas consiguen lo mismo q el cinturón y evitan tener q llevar este último. No obstante, de insistir en llevar cinturón, yo escogería uno de hebilla contenida y de un color q no resaltase en el del pantalón.

    Un saludo
    EA

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  8. Cada vez que leo artículos de zapatos, me fijo en que todos los disenñadores basan sus creaciones en la estética y en una cierta comodidad, pero sin entrar a valorar la biomecánica.
    ¿Se ha analizado si existen zapatos de vestir, elegantes y bonitos pero que además tengan en cuenta las caracterísitcas fisiológicas de su portador, que tengan buena absorción del impacto en la pisada, un buen reparto de cargas del pie al apoyar…?

    És un placer leer este blog, un saludo.
    JM

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  9. La imagen del caballero en traje de tweed sentado en la valla es una de las cosas más bonitas (y eróticas) que he podido contemplar. Lo digo como mujer: caballeros,de verdad, la elegancia en un hombre es el mayor afrodisíaco.

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