HUMIDORES WACOTA, PERSONALIZACIÓN A MEDIDA

Hay sectores y productos donde los piases asiáticos, especialmente China, se ha comido al producto nacional.[...]

Hay sectores y productos donde los piases asiáticos, especialmente China, se ha comido al producto nacional. Sectores y productos donde el cliente ha apostado exclusivamente por el precio sin valorar la calidad, ni de las materias primas ni de los acabados.

Una de esas ‘industrias’ son los humidores, esas maravillosas cajas y muebles que cuidan de nuestros tabacos. Hoy en día hay humidores por debajo de los 50€, lo que debería mandar una señal de alarma sobre materiales, procesos, condiciones laborales, sueldos… que han formado parte de todo el proceso. Ya José María ha escrito sobre la ‘sostenibilidad’ y el concepto low-cost, pues viene a ser lo mismo en el mundo del tabaco y la artesanía.

En contra de esta tendencia, existen en España y Europa unos pocos locos que apuestan por la calidad y el trabajo bien hecho. Hoy venimos a hablar de una de estas empresas y de la persona que capitanea este barco, Humidores Wacota y Marco Torres respectivamente.

Con 20 años a sus espaldas, esta empresa madrileña con fábrica en Arganda del Rey y show-room en la Plaza de Tres Olivos de Madrid, fabrica desde pequeños humidores de sobremesa hasta grandes armarios y cavas a medida para particulares y profesionales. Una empresa que exporta a toda Europa, Oriente Medio, Estados Unidos, Canadá, África y hasta Australia y que ha hecho del concepto de ‘made to measure’ la guía maestra sobre la que seguir creciendo.

La historia de Marco Torres y Humidores Wacota está llena de curvas y giros hasta llegar al día de hoy. Porque Marco llega al mundo del tabaco de ‘rebote’. Él realmente es Licenciado en Imagen y Sonido y cuenta con su propia empresa de artes gráficas y publicidad, Wanagu. Fue a través de ella como comienza sus primeros contactos con el tabaco, encargándose de publicaciones, catálogos y publicidad para marcas como La Aurora, El Crédito o Macanudo, en manos de Swedish Match (antes de pasar a Scandinavian Tobacco). Allí conoce a Gustavo Velayos (hoy Director Comercial para EMEA de La Aurora, primer productor de tabaco dominicano) quien le pide que se encargue de toda la parte de merchandising y logística de La Casa del Oro, un proyecto que pretendía englobar todas las marcas de Scandinavian bajo ese paraguas para poder sortear la nueva Ley Antitabaco en Europa (que impedía a las marcas hacer publicidad). Y uno de los encargos para La Casa del Oro es crear ceniceros, cortapuros, encendedores y… humidores.

En su búsqueda de los mejores socios para cada producto por toda Europa, los cortapuros en Alemania, los ceniceros en Italia… entabla relación con el que hoy es su socio, Juan Carlos, cuyo padre fabricaba humidores en Arganda del Rey, comenzando su primer contacto con este mundo.

El proyecto de La Casa del Oro duró menos de dos años, Scandinavian no tuvo paciencia y se centró en otros menesteres, pero la relación de Marco con Juan Carlos perduró y en 2003 se lanzan juntos a crear una marca de humidores juntos, Humidores Wacota. Y lo que empezó siendo el 10% de su tiempo y su trabajo (el otro 90% era su empresa de artes gráficas), acabaría siendo unos 10 años después el 90% de su tiempo y trabajo.

Hoy cuentan con 9 empleados y con 40 modelos base sobre los que cada cliente puede elegir materiales, colores, acabados, tecnología… abarcando miles de opciones para el cliente más exigente.

En estos 20 años han visto cambiar el mundo del tabaco por completo, lo que también ha llevado a un cambio en el perfil del cliente. Ahora su cliente es más exigente y con mucho mayor conocimiento, quiere personalizar su humidor y quiere modelos más grandes. El cliente se está convirtiendo en parte en coleccionista de tabacos, lo que requiere más espacio, siendo su producto más vendido es el modelo Imperial, un armario humidor de metro y medio de alto y capacidad para hasta 80 cajas de tabacos. Cada vez más gente joven se introduce en el mundo del tabaco premium y tiene clientes en la veintena que comienzas por modelos pequeños y van creciendo y subiendo el nivel de sus humidores con los años.

Tienen claro que su lucha no está en los humidores ‘personales’ y de sobremesa, donde hay productos en Amazon y webs chinas que empiezan en los 50€ (mientras que el humidor más accesible de Wacota arranca en los 260€). Su nicho, y donde se han ganado su renombre y no paran de crecer, es el ‘made to measure’, en la personalización y ajustarse por completo al cliente.

Su modelo de fabricación es semi artesanal. Han industrializado la parte del corte, con máquinas y fresadoras dirigidas por ordenador, pero el resto del proceso sigue siendo manual y artesanal. Se sigue acoplando con sargentos, vistiendo de cedro, instalando iluminación y humidificación, barnizando o lacando… todo a mano. Nos cuenta Marco que los tiempos de trabajando andan entre unas 2-3 horas para un humidor personal hasta unas 25-30 horas para los grandes armarios.

Para Wacota no sólo es importante crear un humidor al gusto del cliente, sino también asesorarle en función de sus necesidades y circunstancias. No es lo mismo si el cliente vive en una zona de costa a si lo hace en interior, no es lo mismo si tendrá su humidor en una habitación muy calurosa a una más fresca. En base a distintos parámetros se le recomendará una madera y acabados distintos, así como sistemas de humidificación distintos.

Tal es su obsesión por aportar valor añadido al cliente que están desarrollando su propio higrómetro, junto a una ingeniera, para tener métricas y analizar tendencias y dinámicas de humedad y temperatura de sus clientes y asesorarles continuamente.

Y en ese afán de entender y asesorar en el diseño y personalización de su humidor a sus clientes, Wacota cuenta con un show-room en Madrid donde te recibirán (con cita) y podrás ver, tocar y oler varios de sus productos, así como disfrutar de un buen café y una buena charla en la que saldrás con el humidor perfecto para ti y con un amigo para toda la vida.

Humidores Wacota viene a ser nuestro ‘sastre’ de humidores.

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Nota: ¿De dónde viene el nombre de Wacota? Pues su padre era fan absoluto de unos comics de los años 40, ‘Nick Norton, el héroe del Far-West’, donde el compañero de Nick era un indio llamado Wanagu. Y Wanagu puso nombre a su empresa de artes gráficas. ¿Y dónde vivirían sus aventuras Nick y Wanagu? Pues Marco pensó que sería en esos pueblos perdidos del Oeste americano, y se inventó el nombre de Wacota (que viene de Dakota).Ambas empresas tienen vínculo con la pasión de su padre Raul.

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