EL GREENWASHING DE LAS MARCAS DE ROPA DE PRODUCCIÓN MASIVA

¿Por qué nos escandalizamos cuando una camisa cuesta 200€ y no cuando ni llega a los 30€?[...]

¿Por qué nos escandalizamos cuando una camisa cuesta 200€ y no cuando ni llega a los 30€? Acaso desconocemos que menos del 2% de los trabajadores de la confección a nivel mundial ganan un sueldo digno (Fuente: The Independent). 

Aunque hoy parece que todas las marcas llevan en su ADN la sostenibilidad esto ni mucho menos es así. Aquí, por el contrario, siempre la hemos defendido, a lo mejor incluso sin ser conscientes de ello. Apostar por la calidad e intemporalidad de la ropa, como en esta página siempre hemos hecho, solo puede conducir a una explotación menor de los recursos naturales necesarios para su fabricación. Si hace tres años ya reflexionábamos en un artículo sobre ello, hoy toca una nueva reflexión.

Los hábitos de consumo están cambiando a una velocidad sin precedentes. El consumidor ha incorporado a su toma de decisión variables a las que pocos años atrás apenas daba importancia. Si en el año 2040 ya no se fabricarán coches con motores de combustión, mucho antes la ropa que se consuma se fabricará siguiendo unos patrones de sostenibilidad todavía ausentes. El que la industria textil sea la segunda más contaminante del planeta, solo por detrás de la del petróleo, así lo augura. Esta industria es responsable del 20% de los productos tóxicos que se vierten al agua y requiere para fabricar prendas de viscosa o rayón la tala al año de setenta millones de árboles. 

Los fertilizantes y pesticidas utilizados en el cultivo del algodón y el proceso de teñido de las prendas, además de contaminar el agua, requiere de tal cantidad de ella que la presión actual sobre sus reservas es enorme. Un buen ejemplo, lo encontramos en Indonesia, concretamente en el río Citarum, uno de los más contaminados del mundo por la multitud de fábricas de ropa situadas a su orilla. Esto se traduce, como apunta Greenpeace, en enormes cantidades de plomo, mercurio, arsénico y muchos otros productos químicos tóxicos que se vierten a dicho río sin la realización de la más básica filtración química previa.

¿Conocíamos que un español tira a la basura siete kilos de ropa al año y un norteamericano treinta y cinco, o que un cuarto de todos los productos químicos del mundo es destinado a la industria textil? El conocido como fast fashion ha traído cosas buenas como la producción de prendas a precios competitivos y que estas puedan llegar diariamente a millones de personas. Sin embargo, obviamente, lleva indisolublemente acarreado un enorme impacto en el medio ambiente y en la salud de todos nosotros. Este consumo descontrolado trae como consecuencia, como se encargó también en demostrar la Global Microplastics Initiative,tras analizar dos mil peces marinos, que en el 90% de ellos había fibras de ropa. 

El fenómeno de greenwashing tan en boga hoy, incluso entre las compañías petroquímicas, ha llegado a la industria textil masiva y ya son varios los nombres que buscan limpiar sus conciencias lanzando líneas de productos, o incluso marcas, donde se prima la calidad sobre el precio. Otras se encuentran en pleno diseño del nuevo mensaje con el que tapar sus vergüenzas y otras, me temo, ya llegan tarde a todo ello. La buena noticia es que no tardaremos mucho en ver en muchas etiquetas el desglose del precio de la prenda y la procedencia de sus materiales. 

El fast fashion destaca, entre otras cosas, por ser capaz de renovar sus estanterías dos veces a la semana lo que incentiva la compra impulsiva de muchos de sus clientes. Esto requiere la fabricación de 150 billones de prendas al año o, lo que es lo mismo, el que veinte nuevas prendas por habitante salgan todos los años al mercado, con la correspondiente contaminación que produce su transporte. Una prenda que se vista menos de cinco veces y se tire solo treinta y cinco días después produce un 400% más de emisiones de carbono que otra que se use cincuenta veces y dure en el armario un año. Los bajos precios, el mayor poder adquisitivo, pero quién sabe si también el hecho de que la ropa que hoy se vende apenas tenga calidad, son los responsables de que un ciudadano occidental compre hoy cuatro veces más de ropa que en los años noventa. 

Para terminar de entender el enorme impacto de este consumo desmesurado, merece la pena recordar que se necesitan setenta millones de barriles de petróleo al año para fabricar el poliéster utilizado en muchas prendas de ropa y más de doscientos años para que se descompongan. Difícil resulta dar la vuelta a este escenario si se sigue apostando por la cantidad y no por la calidad. Que la calidad es el mayor aliado de la sostenibilidad es un hecho difícilmente discutible. ¿Quién no recuerda su mejor jersey de juventud vestirlo año tras año? Hoy raro es el jersey de lana al que a las pocas puestas no le salgan bolas o que haya que jubilarlo justo al terminar la temporada. Y esto ocurre porque hoy priman en nuestras elecciones el precio y la moda pasajera frente a la calidad y lo atemporal. 

Las prendas de calidad, muchas de ellas artesanales, y de diseño duradero, representan un gran aliado para el planeta. Aunque sean igual de contaminantes ya no es necesario contar con tanta ropa pues dura infinitamente más y no pasa de moda tan rápido. Además, un buen traje, un abrigo de calidad o un buen zapato permiten una serie de reparaciones imposibles de realizar en la mayoría de las prendas de las marcas low cost, lo que se traduce en una prenda a la larga mucho más barata. Y, para terminar, y no tema baladí, la producción de prendas de calidad o artesanales suele tener lugar en países desarrollados, países donde el trabajador tiene derecho, además de a un sueldo justo, a unas condiciones laborales no siempre presentes en muchos de los lugares donde se fabrica el low cost. Y esto también es sostenibilidad. 

El Aristócrata

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COMENTARIOS

14 comentarios

  1. muy buen artículo

    Lo barato y de mala calidad, resulta caro. Se adquiere por el impulso de rotar el vestuario.
    Sigo sin comprender cómo la gente prefiere comprarse ropa de marcas de mala calidad archiconocidas pero eso sí, los dispositivos móviles deben ser el último modelo
    Saludos a todos

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  2. Interesantísimo artículo. Admiro al hombre de negocios Amancio Ortega pero qué duda cabe que el daño que ZARA y todo Inditex han hecho al planeta no tiene ya remedio posible. Desde hace años no piso una tienda Low Cost. Ni Zara, ni H&M ni Primark.

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  3. Querido Guillermo: le aconsejo que vaya un paso más y luche porque su entorno, al menos el más cercano, tampoco lo haga. Apostemos por el producto nacional o el realizado por europeos y demos la espalda a esas grandes cadenas que hoy son lo que son por ofrecer productos súper baratos a costa de las condiciones inhumanas de sus trabajadores en países de tercer mundo. Es francamente triste ver cómo la juventud habla tanto de coches eléctricos y demás pamplinas y luego hacen cola en el H&M de turno.

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  4. Buenas tarde,

    Afortunadamente yo lo aprendí hace muchos años gracias a una señora de 63 años.

    “El pobre paga dos veces”. La primera, comprando el chollo barato y la segunda comprando el bueno y de calidad, con lo cual, lo barato salió caro.

    Poco y bueno siempre mejor que mucho y malo, el problema es que es muy complicado ya encontrar bueno.

    Feliz semana a todos.

    Eneko

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  5. Coincido plenamente en la opinión expresada en el artículo.
    Los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad en la elección de compra de nuestra ropa tanto en cuanto a la contaminación como en las condiciones laborales de los trabajadores que participan en su fabricación.
    Agradecería ejemplos de marcas sostenibles que ayuden a cumplir las premisas anteriores así como sastres recomendados en mi caso en la zona levantina de Alicante y Murcia.

    Muchas gracias.

    Saludos.

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  6. Otra alternativa que llevo años practicando, es dejar de comprar ropa en tiendas (menos la ropa interior) y :

    – comprar mayoritariamente ropa de segunda mano (para mis hijos igual), con retoques en tiendas de arreglos. Así gastas poco para la ropa y haces trabajar personas alrededor (y con los billones ya fabricados queda tiempo antes de que llegue el momento de agotamiento), y

    – cuando la finanzas lo permiten, llevar a cabo proyectos de prendas a medida industrial (si la fabricación es europea) o artesanal.

    Puede ser una dinámica interesante.

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  7. ¡Cuánta verdad! pero que ciegos seguimos. En mi querida España la sostenibilidad no importa en absoluto. La gente no compra coches eléctricos (solo el 2% de la totalidad de los coches vendidos) básicamente porque económicamente siguen sin compensar. Y la gente, y no solo los chavales, compran en los ZARAs y demás porque igualmente son las tiendas más baratas. Y en el fondo no nos importa la trazabilidad de la prenda ni si se ha hecho en India en factorías donde nunca se apaga la luz. En España compramos lo más barato, venga de donde venga o se haya hecho como se haya hecho. De hecho, si mañana saliera otra cadena tipo ZARA pero más barata es éxito asegurado. Mientras como efectivamente empieza el artículo, la gente siga presumiendo de su precioso vestido por el que solo ha pagado 50€ esto no tiene solución. Pero luego, eso sí, todos en patinete eléctrico

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    1. Estimado amigo, Zara debe su éxito a su modelo de gestión, estudiado desde hace 30 años en las escuelas de negocios, esto le permite mantener unos los costes bajos pagando más del sueldo medio en los países donde está instalada. Zara tiene en esos países una política social y medioambiental que ya quisieran muchas fábricas en España. Zara ha hecho más por la moda Española y el buen vestir que cualquier artesano.
      Utilizar a Inditex como pelele al que atizar sin argumentos sólidos denota un provincianismo rancio y vengativo, deberíamos hacerle un monumento en la plaza de Colón. Obviamente una prensa a medida será siempre mejor en casi todos los aspectos, pero deberíamos ensalzar una cosa sin denostar la otra.

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      1. 1- Aquí no estamos hablando de si su gestión es buena o no. Claramente los resultados confirman que no es buena sino maravillosa. Igualmente, totalmente de acuerdo con su contribución a la moda española y al PIB de todo el país. No creo que nadie esté negando esto.

        2- Pero tampoco negamos la evidencia: ZARA es un negocio de producción masiva y la producción masiva de ropa tiene un impacto claro en la sostenibilidad y en el medio ambiente.

        Creo que ambos puntos son ciertos. Ahora ya solo depende de a qué punto cada uno le da más importancia.

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  8. Sin dejar de lado el fondo de razón que envuelve su artículo, y conociendo su capacidad, no deja de asombrarme la forma maniquea de acercarse al tema. Por ejemplo: Cuando usted habla que mayoritariamente carecen de un sueldo digno, lo que está haciendo es perpetuar un lugar común propagado por por el progresismo desde ya hace décadas. Por no abundar en explicaciones le dejo un enlace que a buen seguro le parecerá interesante.
    https://www.modaes.es/entorno/los-salarios-del-textil-rozan-el-umbral-de-pobreza-en-bangladesh-y-lo-multiplican-por-once-en-eeuu.html
    Respecto a la contaminación, es cierto que la ropa contamina mucho, pero mucho mucho, pero toda, la buena y la mala. Y no pordemos obviar que las telas que usa la manufactura de calidad, a menudo proviene de esos mucho países.
    En todo esto, lo facil es ser victimista y políticamente correcto cayendo en el neo Malthusianismo, sin tener en cuenta que la evolución tecnológica ha permitido la mayor mejora en todas las condiciones de vida del ser humano a lo largo de la historia y que es precísamente la que aporta el desarrollo tecnológico necesario para que así siga siendo.

    Saludos

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  9. Estimado Lete:

    Cierto lo que dice de EEUU. El problema es que la ropa low cost no se fabrica precisamente en ese país.

    Efectivamente la ropa de calidad, como dejo claro en el artículo, contamina exactamente igual. Pero la diferencia es que dura mucho más y por lo tanto se necesita cambiar mucho menos.

    Un saludo
    EA

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  10. Siento no estar del todo de acuerdo con algún comentario anterior.
    Parece ser que que la frase de que la industrial textil es la segunda del mundo ni gasta 20mil litros de agua por una camiseta. Esta es una de las frases que se le atribule al ministro de propaganda de Hitler Joseph Goebbels, pero que se da por hecho siendo un falso mito.
    En cualquier caso, teniendo en cuenta que el textil, independientemente de una calidad u otra, contamina en demasía, no es cierto que todos contaminen por igual, ya que la calidad, el residuo que dejan, o el origen de los tintes no es el mismo para tejidos de marcas low low low cost, que para tejidos de alto nivel de las que todos conocemos y no me refiero a la firma que vende un traje con ese tejido, si no al fabricante del tejido, como son la gran mayoría de los que se utiliza en sastrería.
    No gasta la misma cantidad de agua uno de los low low cost, que uno de los que usamos a diario en sastrería, y el retorno de este agua empleada, no es de la misma calidad que las empresas de venta económica. Estas empresas realizan una gran inversión económica con el fin de que estos residuos sean lo mas bajos posibles, cosa que en algunos países no europeos no se tiene en cuenta.
    Por otra parte, no es lo mismo la alimentación y extremo cuidado que unos fabricantes de tejidos tienen con sus ovejas, en prados abiertos y cuidados genéticos, con el fin de conseguir las mejores fibras. Que otros fabricantes que adquieren las fibras de ganaderías intensivas donde los cuidados de los animales, dentro de que cumplen la normativa vigente, no es tan cuidado si es en Europa, pero imaginemos que cuidados tendrán los animales en algunos países donde al ser humano,…., no se le cuida tanto. Ademas, son ganaderías masificadas, alimentación a través de piensos y donde no tiene mucho interés el que la fibra pueda ser mas larga o mas corta.
    Por no hablar, que en esto si coincidiremos todos, de los derechos humanos y laborales, que eso es un punto y aparte.
    Por todo esto, siento decir que no contamina lo mismo una industrial que otra, no respeta el medio ambiente, una que otra, ni mira por los animales una que otra, cierto es que al final es por beneficio propio de la empresa, pero no vive igual una oveja australiana, en un campo abierto, donde se mira hasta el pasto que esta come, que una en industrias XX, donde lo que importa son otros menesteres.
    Un saludo cordial

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  11. Un debate de lo más interesante. Yo también, principalmente por motivos de dinero, he comprado en H&M y en ZARA. No obstante, aunque de vez en cuando sigo haciéndolo, ahora intento aguantar a las rebajas y buscar otro tipo de prenda.

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