BESPOKE XXXII: LA CHAQUETA VAQUERA, SEGUNDA PRUEBA

Hace un par de meses empezábamos a dar forma a la loca idea de hacernos una Chaqueta Vaquera lavada a medida.[...]

Hace un par de meses empezábamos a dar forma a la loca idea de hacernos una Chaqueta Vaquera lavada a medida. Para ello conseguimos
una tela lo suficientemente fuerte como para pensar que podría aguantar el posterior lavado a la piedra. Una vez escogida, empezamos a montar la prenda con la esperanza de que después de todo el proceso tuviéramos al menos una idea más clara de los pasos a dar para llevar a buen puerto dicha idea.

Como ya comentamos en aquel primer artículo, la particularidad de esta chaqueta radica en que la tela se lavará una vez montada
la chaqueta y no antes ni de manera independiente. De hecho las pocas chaquetas vaqueras desgastadas que hoy podemos ver y que nos parecen artesanales son de medida industrial con detalles artesanales añadidos una vez terminada la chaqueta.

Existen en la actualidad algunas casas que ofrecen prendas vaqueras a medida pero estas poco tienen que ver con lo que nosotros
buscamos con nuestra chaqueta. Por ejemplo, Levi´s ofrece un enorme abanico de telas vaqueras entre las que elegir para hacerte unos vaqueros a medida pero el corte de tela ya se te entrega lavado. Igualmente, la mayoría de las chaquetas vaqueras que vemos confeccionadas a medida se han hecho sobre telas ya lavadas lo que hace que se trabajen como “sencillamente” otra tela más. Esto tiene el inconveniente de que los rotos, roces y marcas que vemos en la chaqueta no guardan ninguna lógica con la prenda en sí. Es decir, puede aparecer una marca de lavado en la espalda o en la solapa porque fue en esos lugares donde la tela más se rozó en la lavadora.

Sin embargo, lo que nosotros buscamos con esta chaqueta vaquera es que los roces y las marcas guarden una relación directa con
cada parte de la chaqueta. Es decir, buscamos que los roces estén en las costuras, en las solapas de los bolsillos, las aberturas etc. Y esto solo se
puede conseguir lavando la chaqueta una vez montada (este es el mismo proceso que siguen aquellas marcas que incluyen dentro de su catálogo este tipo de prendas). Y, obviamente, queríamos llevar adelante todo este proceso sobre una chaqueta a medida y no de confección.

Para ello, como ya adelantamos en el capítulo anterior, antes de mandar la chaqueta a lavar la confeccionamos prácticamente igual de si se tratara de otra chaqueta artesanal. Y decimos prácticamente porque debido a la enorme incertidumbre de no saber lo que saldría de este experimento dejamos cierto margen de error y evitamos entrar a perfilar todos los detalles de la misma.

Como se puede apreciar en las fotos, no la ceñimos dejándola algo holgada y tampoco rematamos sus detalles. De hecho, si nos fijamos en su interior veremos como los bolsillos no se han empezado prácticamente ni a trabajar, la tela de los vivos es solo de prueba e incluso las fundas de los bolsillos son de una tela que desaparecerá si conseguimos sacar algo decente de la lavadora. El hilvanado de las solapas se marco mucho más que de haberse tratarse de una tela ya tratada y los bajos se reforzaron también bastante más.

A pesar de estas licencias, tanto la primera prueba del el hilvanado como esta segunda tiene muchas similitudes con las pruebas ya narradas en otras ocasiones en esta página. Destacar que en es en esta segunda prueba cuando se define ya el estilo y los detalles de la prenda. Así pues, definimos el ancho de las solapas, su forma, la terminación de sus picos; picos que como se pude apreciar en las fotos no terminan hacia arriba si no de
manera paralela al suelo. Igualmente, decidimos dejar un espacio bastante considerable entre estas y la tapeta lo que confiere un aspecto muy personal a la prenda y que con seguridad no será del agrado de todo el mundo.

Debido al uso totalmente informal al que se va a destinar esta chaqueta, decidimos hacerla más corta de lo normal. Igualmente,
la caña de los brazos es también más estrecha que la mayoría del resto de mis chaquetas. Como de británica tiene más bien poco tampoco optamos por bolsillos en diagonal o por el de pitillera. Aunque hay tejidos vaqueros francamente ligeros y con muy poco gramaje el nuestro tiene un peso considerable y por ello decidimos no forrarla, exceptuando la parte superior para ayudar a que no se enganche cuando nos la pongamos, y dejar su interior visto. De salir bien el experimento, se cambiarán los vivos, los bolsillos, las costuras centrales y hasta el propio medio forro. Finalmente, y una vez más, se prescindió totalmente de hombreras y decidimos dejar para más adelante definir el largo de las mangas así como el coser los botones, tanto los centrales como los de las mangas.

Ahora solo nos toca pasar las modificaciones de esta última prueba a la chaqueta y esperar a que nos llamen para poder meterla junto a otros doscientos pantalones vaqueros industriales en la lavadora de desgaste. Esperemos que nuestro algodón no encoja tras lavarse a casi trescientos grados, rozarse con la piedra y mezclarse con ácido fórmico, sal y cloro durante las dos horas que dura el lavado.

Es probable que nunca más volvamos a saber de esta chaqueta ya que parece difícil pensar que después de este lavado una solapa no vaya a salir más estrecha o baja que otra o que ambos lados de la chaqueta sigan siendo simétricos o, incluso, que las entretelas no hayan deformado. No obstante, vamos a intentarlo y esperemos escribir un último artículo.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

22 comentarios

  1. Me parece que precisamente para eso sirve la sastrería a medida: para hacer lo que en nigún sitio encontrarías. Personalmente me encantan las chaquetas vaqueras y me encanta el corte de esta. Pero ese corte en vaquero. Y además desgastado… Desde luego, una pieza única. Que no todo el mundo se pondría.

    Si el experimento sale bien lo veremos seguro. Si sale mal, creo que a todos nos gustaría ver fotos de cómo y por qué. Entiendo que el sastre igual no quiera, pero creo que todos entendemos el riesgo que existe; y, como suele decirse "para los tontos no hay gloria"…

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  2. Don José María, le deseo muchos éxitos en esta aventura, sin embargo sea cual sea el resultado después del lavado yo si quiero saber que pasó con la chaqueta, además que es el articulo más osado que le he leído y se debería aprovechar para que le diera un espacio a su página para escribir sobre los vaqueros a medida como deberían ser y demás prendas informales cuando los caballeros quieren dejar descansar la corbata y el traje o por que sus labores hacen que el uso de estas prendas vallan en el detrimento de si mismas o no sean acordes. Nuevamente muchos éxitos con la chaqueta vaquera y el resultado sea el que usted desea.

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  3. Por lo menos va a ser interesante, ocurra lo que ocurra. Es la primera vez que conozco a alguien que se hace una chaqueta vaquera a medida y encima está dispuesto a que se pueda ir al carajo para intentar conseguir que le quede el color como quiere. ¡Claro que sí Aristócrata! Roll the dice. A jugar, usted que puede. If you're going to try, go all the way! Otherwise don't even start. Charles Bukowsky

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  4. Sin ánimo de polemizar. Me descuadran mucho explicaciones sobre de donde vienen los mocasines y como desaconseja su uso en casi todas las ocasiones y nos trae esta chaqueta vaquera que por el origen de la tela y siguiendo su razonamiento debería de estar desterrada…
    Carlos López.

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  5. Yo solo desaconsejo los mocasines en un uso formal; exactamente igual q esta chaqueta. Sin embargo, veo a ambos perfectamente en un ambiente puramente informal.
    EA

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  6. Felicidades¡¡¡ voy siguiendo el desarrollo de esta valiente idea y espero con ganas el desenlace; debes disfrutar muchísimo con este hobby que llevas a alturas tan elevadas.
    Pregunta técnica: ¿Qué gramaje tiene el tejido?
    Gracias
    Rijs

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  7. Me gusta su experimento sea cual sea el resultado. Yo personalmente no me pondría nunca una chaqueta vaquera de corte "clásico", así como no lo haría con una de cuero de ese mismo corte. Pero supongo que ahí está la diferencia entre un perfecto caballero y un caballero simplemente.
    Por otro lado yo clasifico a las personas en tres típos:
    – Los que tienen clase.
    – Los que reconocemos la clase… (nótese que me incluyo en este apartado).
    – Los que si la clase fuera un melón y se lo metieran por…. la boca no se darían cuenta de que está ahí…

    Un saludo y buen proyecto, le lee y le disfruta Carlos López, un polemicista.

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  8. Sigo su blog desde hace tiempo y mi vestuario es bespoke.Me parece una aventura apasionada cada trabajo que hace con Joaquin,lo que han echo los dos es dar a conocer la sastreria en españa desde otra vision muy diferente a la que es,ya que es el unico que ha echo y esta haciendo que se conozca como algo fresco y no clasico.
    Si sus compañeros hubieran echo lo mismo hace tiempo que la sastreria española estaria por encima de las demas.
    Les doy la enorabuena y deseando ver el resultado final.

    Un saludo Juan.

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  9. Yo tb pienso q como Joaquin no hay nadie en España. No se si es el mejor o no pero yo estoy encantado con él. Es cercano, campechano, simpático y además barato. Si alguien sobrevive en esto de la Sastreria será él sin lugar a dudas. Y q luego no vale quejarse ya q precisamente Joaquin ni viene de ninguna saga de sastres ni heredó tp ninguna sastrería. Se lo ha currado él solito. Y yo le admiro por ello.

    Dudo q hubiera algún otro sastre abierto a fracasar y a q todo el mundo supiera de su fracaso por la enorme repercusión de este blog. Quizás por ello cada vez q voy a verle me toque esperar media hora a q termine con otro cliente y además tenga q darme prisa porque hay ya otro esperando.

    Enhorabuena a los dos.

    Albert

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  10. Hola me encanta la idea,sin embargo hay algunos aspecto por precisar.}

    Las telas de índigo no se lavan a 300 grados Celsius, se lavan si acaso a 90 grados o un poco mas, ya que tendría que usarse una autoclave y en general esa tecnología no se usa y menos para un lote de 300 pantalones.

    otro punto es rara vez se lava una tela de índigo para luego hacer la prenda, lo habitual es hacer la prenda y lavar.

    un saludo y felicitaciones

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  11. Soy estudiante de moda, y he empezado a experimentar con la sastrería, y tenía esta idea rondando la cabeza, pero en una americana de botonadura simple, leído todo el proceso y con mis ansias de experimentar me veo ya prácticamente en la obligación de sumergirme en ésta aventura, seguramente mi profesora me quiera matar, pero aún así voy a intentarlo. Enhorabuena por su Blog, gracias a él estoy aprendiendo mucho más sobre éste mundo de la sastrería que me está apasionado!

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