LA IMPORTANCIA DE LA IMAGEN

La ropa es, en muchas ocasiones, la única responsable de hablar por nosotros. Una determinada elección envía al receptor un mensaje bastante directo sobre quienes somos.[...]

La ropa es, en muchas ocasiones, la única responsable de hablar por nosotros. Una determinada elección envía al receptor un mensaje bastante directo sobre quienes somos. Si no se va a producir conversación alguna solo esta y cierto mensaje corporal hablan de nosotros.

Obviamente, con conversación por medio la imagen inicial puede verse reforzada, alterada o incluso totalmente cambiada. Pero qué duda cabe que un buen comienzo siempre ayuda. 

Las fotos que ilustran este artículo son bastante claras al respecto. Sin entrar a valorar la valía, o no, de ambos personajes (no se publicará ningún comentario que vaya en ese sentido) parece claro que sus atuendos envían mensajes bastante diferentes. Y no solo los atuendos aquí fotografiados, al final se trata en ambos casos de trajes, sino el corte de estos es el que habla más de quien lo viste. 

De entrada, el corte de Felipe VI habla de una persona más seria, aunque también posiblemente más distante. Más recto en sus decisiones y con mayor autoridad. Si preguntáramos a un niño que no los conociera quien pensaría que de los dos más manda seguramente señalaría a Felipe VI – su estatura también ayudaría al niño a llegar a tal conclusión -. Si nos preguntáramos a nosotros mismos quién vemos cómo mejor representante, muy probablemente, escogeríamos a Felipe VI – al margen de toda valoración política; de no conocerlos y basándonos solo en su aspecto físico. 

El vestir bien o mal tiene más que ver con la cuna, el gusto o el respeto que con el bolsillo. Un traje con una buena hechura no tiene por qué ser más caro que uno mal terminado. Es el mismo precio el de un pantalón que arrastra que el que termina en su sitio, al igual que una chaqueta que no hace arrugas no tiene por qué costar más que la que no las hace. Y, por supuesto, un pantalón bien planchado solo requiere saber que este queda más bonito con su raya marcada, y sin arrugas, que con ellas. ¡Qué importante es la plancha y cómo se nos olvida!

Los lectores de esta página vestís bastante mejor que lo que hoy vemos por la calle. Y lo hacéis por cosas tan sencillas como por conocer que los extremos de los cuellos de las camisas deben quedar ocultos tras las solapas del traje. Por saber que las chaquetas de traje deben cubrir el trasero y ser más largas que las de Pedro Sánchez. Por conocer el protocolo de colores y modelos de zapatos y dejar, no como hace Felipe VI constantemente, el mocasín para conjuntos menos formales. 

Recuerdo con motivo de una entrevista que realicé a Jaime Gallo, sastre de Felipe VI, como este me apuntaba que el traje tenía que quedar bien en la foto. Y hay que reconocer que si bien los trajes de Felipe VI pierden parte de su encanto en movimiento, en parado, sobre todo las chaquetas, son dignas de admiración. Sobre los pantalones, hay quien apunta que le podría beneficiar un pantalón más estrecho con una boca también de menor diámetro. Sin embargo, creo que el pantalón guarda la justa proporción con las medidas de la chaqueta. De cambiar el pantalón, para guardar dicha proporcionalidad, habría que modificar también ligeramente las medidas de la chaqueta. 

Al fijarnos en el traje de nuestro Presidente, vemos como en afán de parecer algo más moderno y cercano su traje da la sensación de quedarle pequeño. Así al menos lo dan a entender el largo de manga, de la propia chaqueta y de lo pitillo del pantalón. Esto solo consigue, además de un mar de arrugas, que se vea el cinturón, que las solapas no cubran parte del cuello o que el pantalón parezca más unos chinos que uno de traje.

La elección de los colores también manda mensajes sobre nosotros, siendo por ello recomendable que se escojan no tanto en base a nuestro gusto personal sino a aquellos que mejor resaltan nuestro rostro. De ahí que, como ya vimos en el capítulo de elección del color, sea recomendable tener en cuenta los tonos de nuestra tez y del pelo; así como su contraste. En base a estas premisas tanto las corbatas como las camisas de Felipe VI consiguen el objetivo de mandarnos un mensaje pausado y tranquilizador. 

En un mundo donde todo va tan deprisa y apenas hay tiempo de pararnos a descubrir a las personas, será nuestra imagen y nuestra ropa las que hagan que gente se forme una su idea de nosotros. 

El Aristócrata

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COMENTARIOS

14 comentarios

  1. Buenas tardes a todos

    A mi personalmente, dejando a un lado su actividad empresarial, quien más me gustaba era el estilo de Pedro Toledo. Le quedaban perfectos y en sintonia con el resto de su imagen los vaqueros.
    Agradecería la opinión del aristocrata y resto de participantes al respecto.
    Saludos

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  2. Está claro que se puede aprender a vestir con corrección siempre que uno sea lo suficientemente inteligente como para reconocer defectos. El estilo es innato, o se tiene – y aún así se mejora con el aprendizaje- o no se tiene ni se tendrá nunca. En cuanto a los ejemplos del artículo…pues está claro que se han elegido muy buenos momentos del Dr. Sánchez y, en cambio, la normalidad en S.M. Felipe VI. La diferencia es palpable. El primero no tiene ni buen gusto (estilo) ni sabe vestirse (acuérdense del aquel atroz frac). Nuestro Monarca siempre va con total corrección, aunque estilo propio tenga poco o poco lo manifieste.
    El anterior comentario mencionaba a Pedro Toledo. Estoy de acuerdo. Y Mario Conde. A su lado los demás, desaparecían…

    saludos.

    Javier.

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  3. Lamentablemente, no creo que el Rey vaya siempre adecuadamente vestido. Su hábito de vestir mocasines (aunque sean tassel) con traje no es lo apropiado, y más cuando lo ha hecho ante personalidades como el Emperador de Japón.
    Un saludo.

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  4. un placer leer este blog, en mi opinión, añadir un par de cosas
    i con independencia de su afiliación política Zaplana siempre ha llevado unos trajes francamente bien cortados de un sastre en Valencia que no recuerdo el nombre y José María Aznar con los años ha mejorado mucho su vestuario. Sus últimos trajes están francamente bien para ,i gusto.

    II) no sé porqué en esta foro huAy siempre tanta animadversión a los tassel, entiendo que para los actos formales sólo es admisible los oxford pero para el día a día con traje los tassel me parecen una combinación muy adecuada.

    Un saludo a todos y muchas gracias por este fantástico blog

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  5. Enhorabuena por el artículo. Que triste es ver cómo nuestros representantes políticos como en este caso el sr Sánchez visten así, no entiendo como no tienen un asesor en ese campo. Pues visto lo visto por si solos no saben vestir.

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  6. El traje del señor Sanchez parece de ZARA, el corte es similar a los que veo en mi empresa a la gente muy joven que acaba de entrar y se compra su primer traje. las chaqueta tan corta es más propia de una americana muy casual. Algunos políticos elijen este tipo de corte para parecer más "Populachero" y estar en un país basicamente hortera hace que tengas que adaptarte al perfil medio de votante, independientemente de la ideología claro esta.

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  7. Estimado EA,

    Extraordinario artículo como siempre. Le alabo, por otro lado, la sutileza. No he podido evitar esbozar una sonrisa al comenzar mi lectura.

    Un saludo

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  8. Aunque algunos piensen que ir bien vestido pueda parecer elitista, algo que en política no es bueno desprender, la verdad es que es posible vestir bien sin parecer un estirado. Sinceramente, el aspecto del Rey me parece más bien de un señor mayor sin espíritu joven, aburrido, gris, y no por colores, sino por lo que traslada su imagen en conjunto. Pocas combinaciones me gustan más que un buen traje gris con una camisa blanca o azul clara bien armada. Aun así, me quedo con el monarca si la otra opción es Pedro Sánchez. Solo puede calificársele de cutre, con ese traje apretado y corto, tanto chaqueta como pantalón, esos cuellos de camisa…no hay por donde cogerlo. Y no quiero entrar a valorar el calzado, pieza fundamental donde las haya, que puede arruinar el mejor traje o encumbrarte aunque se combine con unosw vaqueros (bien cortados) y una simple camiseta. Como se dice en algún comentario que he leído, de la experiencia y las compañías se aprende, al menos, lo básico. Para deslumbrar hay que tener algo más, tanto porte como gusto, aunque considero más importante el segundo.

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  9. Nuestro queridísimo Rey, en mi humilde opinión, va correctamente vestido cuando viste un traje (eso si, sin ningún tipo de gracia o estilo) y peor cuando no lo viste.

    Eso si, al lado del otro ser, parece Lord Mountbatten

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