TENGO 20 AÑOS, ¿CÓMO VISTO? ¿Y SI TENGO 30?

Es una suerte que lectores de 20 y 30 años disfruten de muchos de los temas que se tratan en este blog.[...]

Es una suerte que lectores de 20 y 30 años disfruten de muchos de los temas que se tratan en este blog. Son lectores que saben disfrutar de un hotel especial, un restaurante Michelin y que o tienen, o aspiran a tener antes que tarde, un reloj manufactura o uno de esos coches que van más allá de una gran pantalla táctil y que te regalan una enorme sonrisa. Y cómo no, que empiezan a visitar la sastrería para hacerse sus prendas más especiales. Para ellos, y para responder sus preguntas más frecuentes, va este artículo.

La situación del mercado laboral obliga a los jóvenes a seguir estudiando incluso años después de haber concluido la universidad. La dificultad para encontrar el primer trabajo ha hecho que el tener una carrera sea solo un primer paso para entrar en el mercado laboral. Es por esto por lo que dicha incorporación se produce hoy bien entrada la veintena, momento en que el nuevo trabajador se plantea la necesidad de contar con un tipo de ropa que hasta entonces no se tenía en el armario. Será importante prestar atención a las primeras compras pues de realizarlas de forma meditada lo comprado puede ser útil muchos años.

Nadie espera que ese primer sueldo de para aparecer en la oficina con trajes a medida y corbatas de siete pliegues. De hecho, sería un grave error. Pero tampoco se puede acudir con los vaqueros con los que se iba a clase de contabilidad financiera. Los últimos años de la veintena y los primeros de la treintena marcan la transición de la ropa más de sport tipo chinos, castellanos y jerséis a otra donde la corbata y los zapatos de cordones se erigen como los protagonistas. Es el momento de tener dos armarios. Hasta este momento solo se contaba con uno que valía tanto para salir un sábado por la noche como para acudir a comer a casa de un familiar. Sin embargo, a partir de ahora tocará tener otro para el día a día del trabajo. El cumplir treinta no significa que haya que renunciar a las cazadoras de piel en invierno o a los gomminos en verano. Sencillamente significa que ha llegado el momento de incorporar a este nuevo armario, por ejemplo, un abrigo azul y unos Oxfords negros. Y algo similar ocurre con los complementos. Si hasta ahora podría ser un reloj de color llamativo el que marcaba la hora tanto durante un partido de tenis como en el bar de copas, ahora es el momento de contar con un reloj más formal y empezar a coleccionar tirantes en vez de zapatillas New Balance.

Es el momento de empezar a crear un sello propio de estilo. Nuestra ropa hablar-a de nosotros. Precisamente, a partir de esta edad es cuando se ponen los cimientos de lo que será la imagen que transmitirá la vestimenta al exterior. Si se es de los que piensan que no hay combinación más sencilla y elegante que un traje azul marino, una camisa azul clara y una corbata también azul oscura, que sea este look el que te diferencie. Si por el contrario se es amante de las chaquetas desestructuradas y se piensa que bien combinadas en el lugar de trabajo tienen mejor aceptación que un traje de dos piezas, empieza a hacerte con una buena colección de ellas. Si algo tan sencillo como un pañuelo de bolsillo acompaña a tus chaquetas desde tan pronta edad no tendrás que enfrentarte a la mirada de sorpresa de tu entorno años más tarde.

Intentar, dentro de las posibilidades de cada uno, adquirir todos los años una prenda especial es algo recomendable. El contar con un buen armario es un proceso donde el tiempo y el conocimiento son más importantes que el dinero. Las mejores compras son aquellas que están meditadas, no impulsivas. Cada año piénsese en esa prenda especial y hagámonos con ella. En solo unos años se tendrán los cimientos de un gran armario. Un buen par de zapatos que complementen a los de menor calidad, un traje a medida para las ocasiones especiales y un abrigo que demuestre el paso definitivo a la edad adulta serán todas compras de las que no nos arrepentiremos. De esta forma antes de cumplir los treinta y cinco se contará con un armario capaz de afrontar las más variadas situaciones.

Eres joven; viste conforme a tu edad. Si con sesenta años no se debería salir a la calle con gorra de béisbol y pantalones resbalando por la cadera, tampoco con veinticinco se deberías vestir como si hubieras asaltado el armario de tu padre. También el corte de los trajes debe ser acorde a la edad y no ser el mismo se tengan veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años. Por ello, con treinta años se deberá demandar cortes más juveniles y desenfadados sin por ello dejar de vestir conforme nuestro piesto requiera. Un traje más entallado, una chaqueta más corta, una boca de pantalón de menor diámetro, unas solapas algo más estrechas o un bolsillo cerillera son solo algunas de las notas de los trajes de una persona joven. Y algo similar ocurre en la elección de los colores. Si bien experimentar con colores es recomendable en cualquier edad, es cierto que durante los años de juventud su uso es particularmente bienvenido, y más incluso si se trata de conjuntos de sport.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

7 comentarios

  1. Es muy grato para mí conocer que este blog también es seguido por un público joven que valora la ropa masculina clásica eso sí, adaptada a su edad.
    Agradecería en mi caso personal con 46 años cumplidos que me recomiende cuál sería el estilo más adecuado para una complexión como la mía de complexión media y altura 1,87 m.

    Saludos.

    Salvador López.

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  2. Muchas gracias por contestarme el mail públicamente. Además, me alegro de no haber sido el único en preguntarlo. Será coincidencia pero en mi entorno de trabajo, banca de inversión, se ha visto un resurgir del traje y creo que se vuelve a vestir mejor que justo después de la pandemia. Incluso se ve alguna corbata.
    Nuevamente, gracias por el artículo.

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  3. Yo tengo 30 años y visto trajes muy elegantes hechos a medida siempre con gemelos, broches, tirantes, sombreros y demás. En España vestir con suma elegancia y decoro es un acto total de rebeldía, un acto revolucionario. Desde muy niño ya vestía así, por eso tengo mucho conocimiento acerca del vestir elegante.

    Saludos.

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  4. ¡Muchísimas gracias José María! Tengo 25 años y leer un artículo dedicado a las personas de mi edad en este blog es un lujazo. Sería genial que de vez en cuando nos pudieras recomendar alternativas de sastrería en Madrid que sean algo más asequibles (como MTM). Las opciones son muchas, pero muy pocas de calidad y es difícil separar el grano de la paja.

    De nuevo darte las gracias por este y por todos los artículos del blog.

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  5. Discrepo, al menos parcialmente, del artículo. A la hora de elegir un traje importa más el físico que la edad. En la ropa de “sport”, la edad juega un papel más relevante. Por ejemplo, si mides metro noventa, da igual la edad que tengas, una chaqueta corta te va a quedar fatal, igual que unas solapas estrechas si eres ancho de hombros. Si todo está en su sitio, en un caso el aspecto será joven, en el otro, juvenil.

    Saludos.

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  6. Buenos días,

    Una sugerencia. Se podría poner el número de comentarios en el título del artículo. De forma que no haya que ir al final del artículo para ver si hay alguno nuevo.

    Creo que sería más visual y práctico.

    Como siempre muchísimas gracias por su artículo y su blog.

    Un saludo.

    Eneko

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