RECUPERAR EL ZAPATO DE CORDONES

Hace dos semanas comía en Etxebarri y aprovechaba para pasar el fin de semana en Bilbao.[...]

Hace dos semanas comía en Etxebarri y aprovechaba para pasar el fin de semana en Bilbao. Tras visitar la tienda de Ignacio Goitia, muy recomendable, me acerqué, visita siempre obligada, a Denis. Cerrado Derby, Denis representa probablemente el último reducto de savoir faire de la que fue una de las ciudades más elegantes de España.

Precisamente Denis llegó a tener la colección más amplia de Crockett & Jones de España. Merece la pena bajar esas escaleras y contemplar aquel mobiliario hecho ex proceso para mostrar sus múltiples modelos. También allí se vendieron infinidad de Church´s, pre Prada. De hecho, todavía queda a la venta algún modelo de entonces. Hoy, tristemente, aquella estantería nos saluda vacía y aquellas marcas ya no son las protagonistas de su escaparate.

Esto me hizo recordar la importancia que antes dábamos a los zapatos y lo indiferente que hoy nos resultan. Adolescentes o adultos, nuestra primera gran inversión en ropa siempre fue a ellos dirigida. Se tratara de unos mocasines, unos náuticos o nuestro primer zapato de traje, el primer gran gasto de nuestro armario tenía a ellos de protagonista. Luego, solo luego, venía la camisa, la corbata o el traje. Fueran unos Yanko, unos Sebago, unos Bally, unos George´s, unos Pepe Albaladejo, unos Lotus, unos Alden, unos Lottusse etc. disfrutábamos de ellos enormemente.

Quizás por todo ello, no fue casualidad que el primer artículo de esta página, escrito en 2008, se titulara “El gran desconocido: el zapato negro y de cordones”. Por aquel entonces ya parecía que el zapato por antonomasia del hombre empezaba a perder protagonismo.

Hoy, quince años después, dicho protagonismo solo agudiza y ver un zapato negro de cordones y de calidad es cada vez más difícil. Exceptuando alguna ocasión en la que acompaña al novio con su chaqué, sus apariciones son casi estelares. Cierto que los tonos marrones oscuros son más versátiles y que los modelos disponibles en este color son mayores. Sin embargo, el zapato negro y de cordones sigue siendo todo un imprescindible.

Y lo es por varios motivos. Quizás el primero y más importante es que no hay zapato, pensemos por un momento en el Oxford negro liso, que pueda combinar con tanto acierto desde con un traje gris diplomático hasta con un chaqué. De hecho, y como decíamos en aquel primer artículo, si solo un zapato se pudiera tener este debería ser el clásico inglés. Incluso en terminación charol podría ser un acertado compañero para el esmoquin.

Si el Oxford liso todavía es posible verlo, más difícil se antoja cruzarnos un zapato negro de cordones en terminación semi-brogue, e incluso todavía más, en full-brogue. Estos modelos son perfectamente admisibles y recomendables con la mayoría de los trajes grises. Y. sobre todo, con los de terminación algo casual como los ojo de perdiz. El resto de estampados, más de insinuarse algún tipo de cuadro, admiten también de buena gana ambos modelos. Los de raya diplomática mejor con un modelo de zapato algo más formal. Como todos sabemos, por la noche siempre mejor un zapato liso.

En definitiva, al margen de la preferencia por otro color de zapato, no debemos olvidar que el negro sigue siendo el color por excelencia para el zapato. Y cualquier modelo en este tono no desmejoraría casi ningún conjunto. Ya sea en terminación derby, Oxford, brogue etc. el zapato negro y de cordones se antoja obligatorio. El de hebilla, por su menor formalidad, pudiera hacer las veces de un derby o de un semi-brogue, aunque entiendo que a no a todo el mundo le guste llevar unas hebillas en su zapato.

Dejando el negro de lado, tampoco resulta habitual ver zapatos en otras tonalidades de calidad. Aun siendo los zapatos de cordones marrones más versátiles, también estos se van dejando de lado. Y no solo porque todavía el mocasín esté muy aceptado en nuestro país, sino porque hay una gran carestía estética. Esto se puede comprobar fácilmente observando el limitado número de zapaterías que hay en nuestro país; país por cierto con varias regiones famosas y conocidas por todos por sus casas de zapatos.

Años atrás, quien poseía una variada colección de buenos zapatos negros también tenía igual número en otras tonalidades. Burdeos, chocolate, coñac etc eran también colores que combinaba con igual variedad de trajes de mañana. Sin embargo, ambos, trajes y zapatos, han ido desapareciendo conforme lo hacía el buen gusto de nuestras calles. Estos nunca pueden sustituir la seriedad del negro, pero si complementarlo. Pero esta semana esta página quiere recordar e intentar recuperar la belleza intemporal del zapato negro y de cordones. Ya habrá tiempo para designar a sus compañeros de viaje. Recordemos que también defenestrado Derdy, menos formal que el Oxford, sigue siendo una alternativa perfectamente válida con los trajes del día a día.

La situación es todavía más dramática si nos fijamos en el sport. Cierto que los modelos de zapatillas de paseo han mejorado estéticamente, yo mismo poseo varias, pero una cosas es vestir estas de vez en cuando y otra es que sustituyan siempre a los zapatos. Como hemos dicho en más de una ocasión, unos zapatos de calidad, todavía más en el sport, pueden realzar cualquier conjunto y, de no ser este muy correcto, hacer que pase desapercibido.

Volvamos a sacar de nuestro armario nuestros zapatos negros de cordones y, aunque para los estándares actuales pudieran estar algo pasados de moda, disfrutemos de ellos como hacíamos el día que los estrenábamos.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

11 comentarios

  1. Buenas noches,

    En primer lugar enhorabuena por la reserva en el Etxebarri, no es tarea fácil. Como ya sabe, su antiguo cocinero, japonés, ha montado uno clavado muy cerca. Estuvieron la semana pasada unos amigos y 120€ por una botella de Txakoli. Sin comentarios.

    Por otro lado, me ha liado un poco el artículo, a pesar de que me ha encantado volver a leer un artículo de zapatos. ¿Pero los zapatos negros no eran solo para el atardecer-noche?

    Feliz semana a a todos.

    Eneko.

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    1. Hola Eneko:

      El negro se puede vestir durante todo el día, el resto de colores mejor con luz solar. Hay Txacolis en Etxebarri riquísimos y mucho más baratos. Yo con Txomin Etxaniz feliz.

      Un saludo

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    2. Estimado Eneko:

      Desde mi muy opinable punto de vista el zapato negro es el clásico de los clásicos con encaje a cualquier hora. Sin llegar a los extremos británicos del “no brown in town” no me cabe duda que un buen oxford queda bien hasta con vaqueros – soy de aquellos que sólo ponen traje para ceremonias y suelen llevar combinado-, pero incluso cosas tan atrevidas como abrigo y chaqueta gris, pantalón blanco o gris perla y oxford o derbys negros en pleno invierno, me encantan.

      Un cordial saludo.

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  2. En Bilbao aparte del desaparecido Derby y Denis, lleva muchos años Gerardo como tienda multimarca.
    Denis hace también hace muchos años que apostó por Alden como marca de calzado con unas hormas excesivamente anchas para mi gusto.

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  3. Llevo años leyendo este blog y cada vez estoy más convencido de que se debería titular EL ARISTÓCRATA ANTIGUO. Antiguo no como desdoro sino como atributo o calificativo neutro. Los actuales aristócratas, por el hecho de haber heredado un título nobiliario, que no una fortuna económica, no visten especialmente bien. El poder de los mejores pasó a la historia y sus anacronismos, también. Si yo salgo de casa a trabajar con traje principe de gales en tonos ocres y zapatos oxford marrones, se prolonga la jornada y acabamos cenando en un restaurant , me tendría que agobiar?, debería raudo ir a casa para cambiarme?, o podría tomar tranquilo un consomé al lado de una mesa vecina con una pareja en sneakers blancos y vaqueros?

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  4. Por eso…he puesto ese ejemplo. Detesto el consomé, si no es con fino de Jerez, pero como el clásico, también antiguo, el Jerez en catavinos y el consomé en una bachillerato a parte

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  5. Vaya por delante que cada cual tiene su gusto, pero para un correcto maridaje, el consomé sería conveniente acompañarlo de un oloroso de Jerez, Montilla-Moriles o del Condado de Huelva.
    Además el catavinos, se reserva para aperitivos, tapas y cocktail, no para un primer plato, como suele ser el consoné.
    Por otra parte, el artículo debería enseñarse en el colegio, me parece un auténtico acierto.

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