¡EDUCACIÓN POR FAVOR, SOLO UN POQUITO DE EDUCACIÓN!

Hace dos semanas fallecía el exministro Josep Piqué.[...]

Hace dos semanas fallecía el exministro Josep Piqué. Sin tener especial aprecio por político alguno, más bien ningún aprecio, sobre Piqué tanto aliados como contrincantes han valorado positivamente su figura política. Sin ser esta página lugar para entrar a estudiar su paso por ella, sí lo haremos sobre algo que nos ha llamado bastante la atención: la falta de respeto, conocimiento, observancia, humildad, saber estar… en definitiva, de EDUCACIÓN de alguno de los asistentes a su despedida.

En marzo del 2019 y en mayo del 2022 nos hacíamos eco de los errores del actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vistiendo de frac. Errores garrafales y difíciles de perdonar a quien en su figura en un acto público está representando a todo un país. Quizás haya personas que defiendan que a un presidente no se le pueda culpar por no conocer el protocolo y forma de esta prenda. Sin embargo, de lo que sí se le puede culpar es de no rodearse de personas con conocimiento en aquellas áreas desconocidas por él. Y, claramente, la vestimenta es una de ellas, y no solo en el uso del frac.

No obstante, mal está errar en algo por falta de conocimiento, pero peor es hacerlo siendo perfectamente consciente del error que se está cometiendo. Y eso fue, precisamente, lo que hizo el expresidente del Gobierno José María Aznar, apareciendo en el Tanatorio de la M-30 como si viniera directamente de una partida de mus con los colegas. Desgraciadamente, parece que no era el único de los allí presentes con los que minutos antes intercambiaba piedras, pero sí el más significativo.

Sabiendo que no faltarían ni cámaras ni periodistas que pedirían conocer tus palabras, presentarse de semejante guisa denota, no ya solo una enorme falta de educación, sino quien sabe si de una importante dosis de soberbia, de sentirse por encima del bien y del mal o de ser un Dios Todopoderoso que no tiene por qué justificar sus actos frente a nada ni nadie.

Por suerte, hubo muchos de los presentes, la mayoría, a los que no les importó abandonar lo que en aquel momento estaban haciendo y acudir a su casa a vestirse con traje oscuro y corbata. Aunque cada día resulte más fácil dejar los más básicos modales de comportamiento y abandonarse a las nuevas corrientes, acudir a un tanatorio o a un sepelio con traje y corbata oscura sigue siendo lo correcto. Para nada es un acto esnob, pasado de moda, de estirados o de viejos. Es solo una muestra de educación para quien se va, para con sus familiares y hacia el sitio en el que nos encontramos.

No olvidemos que quien viste de traje en un tanatorio muy probablemente también hubiera preferido evitar el viaje y atasco a casa, la “incomodidad” del nudo de corbata o del traje y optar por unos chinos, una camisa y un jersey. Pero, sencillamente, pasa por todo ello porque, más o menos cómodo, sabe que es lo correcto.

Quizás alguno de ustedes se pregunte: “pero ¿qué es lo correcto?” o “¿por qué ir con corbata a un entierro es más correcto que hacerlo en vaqueros?” Pues simplemente porque no todo vale. O no debería valer. Si damos por bueno acudir al trabajo en camiseta, a un entierro en bermudas, a una boda en zapatillas, a la ópera en leggins etc. ¿por qué va a ser incorrecto pasear por nuestras calles con el torso descubierto, bañarse en la piscina pública desnudo o descalzarse en los aviones? ¿Por qué unas cosas sí y otras, igual de ilógicas, no?

¿Acaso a todas esas personas amigas de la camiseta y del “qué más da” no les chocaría ver a alguien en su piscina nadando con esmoquin o con sombreo de copa por la noche en el chill out de moda? Claro que les chocaría, aunque fuera sencillamente por lo ridículo de dicha actitud. Pues a todas esas personas tocaría recordar que tan mal está ir en camisa a un funeral que pasearse medio desnudo por la calle. Y si estos argumentos no les convencen, los animaría a reflexionar sobre la necesidad de contar con unas mínimas normas de convivencia donde el “todo vale” no se nos fuera de las manos y termináramos todos compartiendo, ellos también, espacio con la desnudez más grosera.

Solo cabe esperar que nuestro expresidente echara un órdago antes de salir a despedir a su ministro.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

11 comentarios

  1. Estimado sr. Galiacho:

    Aparte de los conocidos desmanes que suceden a diario en nuestro Parlamento, donde por ley yo obligaría a los asistentes a vestir traje, hay un político afín a mi región desde hace años que me hace sangrar los ojos, independientemente de cualquier idea política. Es conocido el pobre aliño indumentario de cierta parte de la izquierda, pero mi número uno en el hit parade es el sr. Álvarez-Cascos. Con sempiterno blazer azul, aburrido pantalón gris y… mocasines, a veces no especialmente brillantes. Todo un ejemplo de lo que un político con cierto sentido de la imagen no debería hacer.
    Un cordial saludo.

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  2. Totalmente de acuerdo. Me parece una falta de respeto hacia el fallecido, su familia, el lugar del evento e incluso hacia uno mismo…, habiendo sido quien se ha sido o es.

    A esto es a lo que vamos….

    Saludos,

    ASC.

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  3. Un artículo muy acertado. Es triste pero cada vez hay menos educación, a la hora de vestir acorde a una situación/ lugar, a la hora de comportarse en público, a la hora de comer…
    El problema es que nuestros dirigentes, los cuales deberían de imponer al menos unas pequeñas normas, son los peores. Solo hay que ver el congreso? El parlamento y como no los ridículos trajes y camisas de nuestro presidente!
    En fin a ver si entre algunos al menos conseguimos que las buenas maneras perduren!
    Gracias José María por promover y divulgar la buena educación!

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  4. puedo estar de acuerdo con el articulo, pero no con las observaciones subjetivas e incisivas hacia un personaje que obviamente no es de su espectro politico, …. ya se que es su blog y opina lo que quiere, pero creo que es desafortunado

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  5. He buscado más imágenes del evento en cuestión y lo cierto es que, salvo excepciones, la tónica general es bastante decepcionante. Si uno de los asistentes parece que está recién llegado de la partida de mus con los colegas, otro me recuerda al papel que tuvo Bradley Cooper en la película Resacón en las Vegas. Tierra, trágame.

    Disfruto mucho con los artículos que diseccionan este tipo de eventos y las formas de sus asistentes, tanto por lo que deba elogiarse como por lo que quede en triste evidencia.

    Saludos a todos y gracias EA.

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  6. Buenas tardes,

    La verdad que yo me quedé atónito tras ver la foto de Aznar en la prensa. No le considero una persona mal vestida, ni que le de alergia una corbata. Quiero pensar que iba camino del aeropuerto a uno de sus vuelos intercontinentales, aunque con tanto asesor, ya podían haberle sacado el traje de la maleta y cambiarse en un reservado de algún hotel cercano.

    Atónito me ha dejado también el nuevo galardonado, con el premio Cervantes. No lleva ni corbata. Ver la foto de su Majestad al fondo y el premiado delante, da una idea clara de lo que es saber vestir.

    Feliz semana a todos.

    Eneko

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  7. La verdad es que el debate es magnífico. Yo sólo puedo hablar por experiencia. No sé si es correcto. Cuando asisto solamente al tanatorio suelo vestir con americana, jersey oscuro, camisa blanca o celeste, chinos y zapatos de cordones negros (como la foto del presidente de la patronal que se ve en el artículo). En mi familia velamos el cadáver y pasamos la noche así vestidos, salvo los familiares directos (hijos, cónyuges) que van de traje y corbata toda la noche. Cuando amanece, vamos a nuestra casa, nos duchamos y nos vestimos para el funeral propiamente dicho en la iglesia. El día -espero que lejano- en que tenga que velar a un familiar directo, obviamente iré de traje y corbata. En nuestra familia siempre optamos por traje gris, gris oscuro o azul marino, camisa blanca y corbata negra y zapatos de cordones negros. Jamás nos vestimos de traje negro. Yo, personalmente, en los funerales de mi familia opto por el traje gris/gris oscuro, camisa blanca y corbata negra. En los funerales de conocidos o padres de amigos íntimos opto por una americana azul marino, pantalón de vestir gris, camisa blanca o celeste, corbata azul marino u otra tonalidad oscura y zapatos de cordones negros. Puedo entender que un acto como simplemente acudir al tanatorio para dar el pésame (bien por imposibilidad de asistir al funeral, bien por ser relaciones más lejanas, de simple aprecio o compromiso, etc.) se opte por una forma no tan rígida. A fin de cuentas no es un funeral. Aunque puedo entender que haya quien discrepe. En el ambiente en que me muevo -donde puedo asegurar que no hay la menor ‘incomodidad’ con la corbata y es más bien lo que vulgarmente conocemos como ‘pijo’- la gente va correctamente vestida al tanatorio, pero no de traje y corbata. De hecho, a ver cómo lo explico… se ve incorrecto salvo que seas el familiar directo (hijos del fallecido/a o esposo).

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