Hace unos meses comentábamos en un artículo dedicado a la ropa vintage y de segunda mano cómo además de ser una opción verdaderamente sostenible, permitía acceder a diseños ya desaparecidos.
Aunque siempre habrá gente “especial”, lo cierto es que la mayoría de nosotros no tenemos intención de vestir como lo haría Mr. Samuel Pickwick. Dicho esto, hay prendas de épocas pasadas, por ejemplo, maravillosos abrigos, que, de no acudir a un sastre experimentado, son prácticamente imposibles de conseguir de no acudir a alguna tienda o portal de internet especializado.
Habrá más ejemplos, pero esta semana os traemos ya dos de ellos: una prenda de sport y otra algo más formal.
La primera es una chaqueta de punto, tipo rebeca, de los años 40 que adquirí hace varios años en una pequeña tienda de Biarritz. Resulta importante a la hora de adquirir una prenda vintage asegurarse principalmente de dos cosas. Por un lado, obvio, que se encuentra en buen estado y por otro que efectivamente se trata de una prenda vintage, no una prenda nueva con aires del pasado; algo esto último frecuente en multitud de sectores como, por ejemplo, el de la ropa de moto japonés.
No esperemos que ninguna prenda con cincuenta o más años a sus espaldas esté como cuando nació. Algún enganchón, una quemadura, perdida de algún botón etc. es de esperar. De hecho, de estar perfecta cabría dudar. También cierto olor a cerrado sería posible. De ser prendas de culto, como las chaquetas LEVI´S, las Perfectos, bolsos Hermes, maletas de viaje LV, etc. conviene informarse primero y comprobar que todo lo que nos dice el vendedor es cierto. Internet es una ayuda imbatible. Un sobreprecio en ciertos modelos y marcas es también de esperar.
Pero si lo que buscamos no es tanto un modelo de un año concreto sino una prenda con un diseño de entonces, se pueden encontrar auténticas gangas. Por esta rebeca pagué lo que hubiera pagado por una nueva de alguna marca conocida. Sin embargo, difícil hubiera sido dar con un corte y un diseño como esta mía de los años 50. Solo un agujero del tamaño de una canica hubo que coser. También había rebecas parecidas más baratas, aunque su estado de conservación era peor.
Preferencias al margen, lo cierto es que esta rebeca sigue siendo hoy perfectamente vestible y muy agradecida en las templadas noches del norte. El rojo ayudará a introducir una nota de color, hoy tan escasa. La gran “M” un guiño a los colleges ingleses.
La segunda prenda es una Blazer de los años 70, concretamente de 1976. Con esta chaqueta vamos un paso más allá pues se trata de una chaqueta bespoke confeccionada para un cliente de la entonces conocida sastrería Morgan and Sons. Aunque hoy sea impensable, años atrás, también en España, pero sobre todo en el Reino Unido, no pocos sastres preferían especializarse en un género de ropa. Es este caso la sastrería Morgan & Sons era conocida por la confección de ropa marinera.
Después de estudiar la Blazer de César Calvo de Mora, parece este un buen momento para traer a esta página esta chaqueta y así observar las diferencias entre una y otra. Fijándonos en esta última observamos alguna variación importante sobre la de César. En primer lugar, los botones. Estos últimos de mayor diámetro. En segundo, las aberturas traseras, en este caso más cortas. Y, finalmente, el tejido. Si en la blazer de César la tela es de menos de 400 gramos, aquí se supera la cifra con creces. Todos estos cambios justificados de tener en cuenta una y otra época, como también el clima de entonces y ahora.
Si la rebeca roja la compré en tienda física, esta blazer lo hice en una tienda on-line inglesa. Hay varias tiendas especializadas en la venta de este tipo de productos, sin embargo, no tantas que sean honestas en cuanto al estado de la prenda. Sigue siendo fundamental asegurarse de que, en este caso, la blazer será de nuestra talla. Esta blazer está confeccionada a medida y es importante asegurarse de que, sobre todo, el largo de la chaqueta como el de sus mangas nos sirve. Obviamente, difícil será que sus medidas coincidan con las nuestras, pero asegurémonos que se acercan lo máximo posibles. De hacerlo, bastará unos ajustes mínimos para poderse vestir.
Sin que este artículo persiga analizar la mano de obra empleada, como ocurría también los trajes de Eduardo VIII que pudimos ver en nuestra querida Santa Eulalia, la de hoy es mucho más fina y elegante que la de entonces.
Sin pretender cambiar nuestro armario por uno puramente vintage, lo cierto es que hay ropa de entonces difícil de conseguir hoy pero que bien podría añadir un toque de nostalgia a nuestro armario.
P.D. Ambas chaquetas se probaron rápidamente sin reparar en el resto de las prendas que las franquean. A pesar del movido fin de semana quería que vierais alguna fotografía real en el artículo. Si la Blazer se vestirá con pantalón de vestir, seguramente gris, y corbata, la rebeca roja me acompaña principalmente en casa en tardes algo frías como la de este domingo.
El Aristócrata
5 comentarios
Espectacular la Blazer. Rezuma sabor e historia. Además, no le queda mal, solo quizás un poco corta de mangas.
Como ya comenté en su día, solo veo tener ropa usada por otros si esta resulta ya imposible de conseguir y, además, tiene cierto valor histórico o alguna propiedad o detalle que la hagan especial (una botonadura, un chaqueta de campo con un tejido que ya no se fabrique etc). La Blazer creo que la podría conseguir en una sastrería, no sé si esos botones grandes serían tb posibles. La sastrería no me suena por lo que no sé si sigue o no abierta y si merecería tener una chaqueta suya. La rebeca roja me encanta y tiene una aire sesentero chulísimo, esta última no lo dudaría.
Buenas tardes,
Interesante artículo, ¿EA nos puede dar alguna pista sobre la localización de la tienda en Biarritz?
Muchas gracias,
Eneko.
Enfrente de 64, al lado de la barbería.
Muchas gracias,
Mira que al vivir en San Sebastián voy muchos fines de semana a pasar el día a Francia y no termino de encontrarle el encanto a Biarritz, me gusta mucho más San Juan de Luz, pero este invierno insistiré y no dudaré en visitar Goyard y está tienda.
Muchas gracias por la información.
Eneko.