Haber nacido en los 60 tiene sus cosas buenas y malas. Por lo que se refiere a mi querido mundo del motor, ese periodo de tiempo coincide, a mi juicio, con uno de los momentos más gloriosos de la industria donde se conjugó tecnología con diseño como nunca antes…o después se ha visto. En el mundo del cine, el desarrollo de los efectos especiales dió un salto cualitativo impresionante que nos permitió ver escenas impensables, Y por lo que respecta a los coches, admirar en pantalla a alguno de los modelos más icónicos convertidos en protagonistas de las más diversas tramas. Aquí va mi selección personal.
Mi primer coche de la lista nunca se vendió y fue una pena, porque, ¿qué niño de mi generación no soñó con ponerse a los mandos del coche de la Pantera Rosa? El espectacular prototipo, no sólo llamaba la atención por su color, si no que técnicamente era un prodigio de limusina con el conductor en el arranque de un larguísimo morro con forma de pico de pato y un habítaculo tapizado como un sofá de club de baja nota y una puerta de apertura vertical para que el célebre felino y el inspector Clouseau pudieran embarcar y desembarcar con dignidad. La base de ese delirio fue un coche muy singular, nada menos que el Obsmobile Toronado. Obsmobile era marca de General Motors y este coche fue el primero americano de su generaciòn que se movía con tracción delantera.
No me quiero perder por los coches animados y centrarme en modelos de cine que sí rodaron por las carreteras. Aunque no sería justo dejar de mencionar a algunos que me dejaron huella como el bólido de Meteoro o la deliciosa parrilla de los Autos Locos. Y me vais a permitir que también pase por alto a los coches de la saga 007, de los que hemos hablado en otras ocasiones.
QUÉ ES LA GLORIA: UN V8 DE CARBURADORES…
La verdad es que mi pasión por los genuinos muscle cars americanos está basada en su presencia en algunas cintas memorables, de series o películas.
Siempre he querido tener un Mustang, y después de ver Bullit, mucho más. La escena de la persecución por las calles de San Francisco es gloriosa y hay pocos conductores con el porte de Steve McQueen para pilotar el GT390 sin despeinarse. Y si lo elevamos al modelo Shelby GT500, como el que tunearon y llamaron Eleonor en 60 segundos, nos acercamos al cielo.
Y que me decís del Pontiac TransAm de Smokey and The Bandit que en España se tradujo como Los Caraduras. Desde luego, jeta no le faltaba a Burt Reynolds para jugársela a media policía sureña haciendo contrabando de cerveza y probar que ese precioso targa era rápido y muy chulo.
Dos joyas de dos series, el fabuloso Dodge Charger caracterizado como ‘General Lee’ en The Dukes of Hazzard y el Grand Torino de Starky & Hutch. De la primera, con tramas delirantes, recuerdo tanto el coche como a la prima de los protagonistas por sus jeans cortos, muy cortos. Y del segundo, pues todo. Gran serie, como casi todas las del mago Aaron Spelling y con dos protagonistas de lujo Paul Michael Glaser y David Soul, quien hasta hizo sus pinitos como cantante tras la serie aprovechando que era rubio y alto.
En los 80 arrancamos con una película deliciosa como es Los Locos de Cannonball (Cannonball Run) con una lista de protagonistas alucinante y una colección de coches no menos impresionante, entre los que nos encontramos con un Ferrari 308 GTB, un Lamborghini Countach, y un Rolls Royce Silver Shadow.
Javier Arias
4 comentarios
Que bueno Javier,
Te ha faltado Miami Vice y el Ferrari testarosq de Magnum.
El de Miami Vice seguro, un Testarrosa en blanco es único.
Ya puestos…faltaría algún “batmobile”. Al menos el de la serie de los 60´s, el de Burton y el de Nolan, esa mezcla entre un lambo y un humvee…Por cierto, me quedo con el de Burton…
Y lo que jugué yo con la réplica del Torino de Starsky & Hutch…
Divertido artículo…
Saludos.
Los coches de película son más que vehículos; son iconos rodantes que fusionan la velocidad con la cultura cinematográfica. Desde el elegante Batmóvil hasta el clásico DeLorean, estos autos roban escenas.