EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

BESPOKE CXIV: EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

Reservado el frac para ocasiones contadas y el chaqué prácticamente ya solo para bodas, el esmoquin se presenta como la prenda de la vestimenta “formal” más apasionante y elegante. Si bien[...]

Reservado el frac para ocasiones contadas y el chaqué prácticamente ya solo para bodas, el esmoquin se presenta como la prenda de la vestimenta “formal” más apasionante y elegante.

Si bien el esmoquin por protocolo no entra en el grupo de conjuntos formales, solo el chaqué y el frac lo hacen, uno por la mañana y el otro por la noche, también es cierto que, viendo el desuso de la corbata, el esmoquin parece hoy más formal que nunca. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA años 30

Aunque el clásico esmoquin de color negro es siempre la opción más segura y, seguramente, también la más elegante, de usarlo con frecuencia parece interesante alternarlo con otras opciones igual de validas. Por ejemplo, el esmoquin de chaqueta de terciopelo parece una acertada alternativa en ambientes informales o en casas de campo. Por su lado, el esmoquin de chaqueta blanca, nuestro protagonista de esta semana, representa una opción interesante, e igual de especial, de saberse vestir en el lugar y momento correcto del año.

  • UN POCO DE HISTORIA

Su origen se remonta a los años 30 cuando adinerados americanos pasaban sus vacaciones en lugares de clima tropical y a la noche vestían este conjunto en lujosos resorts al aire libre o en fiestas a bordo de elegantes cruceros. Este tipo de esmoquin recibe en inglés el nombre de Classic Warm-Weather Black Tie por tener que vestirse, según protocolo americano, únicamente entre el último lunes de mayo y el 1 de septiembre. En el Reino Unido, por el contrario, está considerado como demasiado informal y su uso está mal visto en cualquier época del año – téngase en cuenta que el clima del Reino Unido, incluso en verano, no es suficientemente cálido para este conjunto; o al menos no lo ha sido hasta muy recientemente. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA años 30

La informalidad achacada a esta prenda por los británicos quedó muy bien estampada por la entonces revista de referencia Esquire. En dicha revista se afirmaba que nunca se debería vestir un esmoquin blanco en ciudad “al menos que se tuviera una servilleta en el antebrazo o un saxofón entre los labios”. De ahí que si nada correcto resulta casarse con un esmoquin negro igual de incorrecto resulta hacerlo con uno de chaqueta blanca. Tampoco en un sitio cerrado, aun cuando los Oscar nos lleven la contraria, se debería vestir un esmoquin de chaqueta blanca. 

  • A TENER EN CUENTA

Vestir un esmoquin de chaqueta blanca siempre resultará arriesgado. Por ello, de no estar muy familiarizado con la vestimenta de esta prensa mejor optar por el negro. Tengamos también en cuenta que el esmoquin negro es correcto en cualquier época del año. Igualmente, los complementos a escoger con la chaqueta blanca abren un abanico de color prohibido con el esmoquin negro. Y esta es otra variable para considerar, pues encontrar una corbata de lazo de una pieza, por ejemplo, burdeos y un fajín del mismo color no es tarea sencilla.

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

Dicho esto, de querer dar una oportunidad a al esmoquin de chaqueta blanca nada mejor que acudir a la medida artesanal. Yo en este caso, y a tenor del resultado de la blazer, me volvía poner en manos de César Calvo de Mora. 

Si fácil es detectar un esmoquin alquilado, más todavía lo es de ser de chaqueta blanca. Los modelos, así como el número de unidades, entre los que escoger son muy escasos y se les nota el trote acumulado durante los años de alquiler. 

La chaqueta blanca más extendida y, probablemente, también más correcta es la de solapas redondeadas. Basta con recordar a Humphrey Bogart en Casablanca para reafirmarnos en ello. También es innegable que la imagen de sport de este conjunto combina mejor con unas solapas de líneas curvas que con de pico. Si ambas opciones son válidas, tanto en la versión cruzada como en la de hilera sencilla, las que no tienen cabida son las solapas chatas. Tampoco el chaleco es correcto pues este esmoquin solo puede vestirse en verano o en climas tropicales, siendo entonces innecesaria la protección extra del chaleco contra el frío. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA Y AZUL

¿Y por qué siendo más correctas las solapas redondeadas escojo las de pico? Por varios motivos. Hoy la mayoría de las chaquetas blancas son alquiladas o vestidas por camareros. Y tanto las de estos como las alquiladas cuentan, la mayoría, con solapas redondeadas. No obstante, la preferencia histórica de 007 por las de pico y su evolución en la gran pantalla ayudó en la toma de esta decisión.

  • MODELOS ACEPTADOS: VERSIONES Y TEJIDOS

Como hemos apuntado, tanto la versión cruzada como la de hilera sencilla son correctas. Al igual que ocurre con el esmoquin negro, la de hilera sencilla se considera más formal pues obliga a acompañarse con un fajín. Como ventaja de esta, el poderse vestir desabotonada. La cruzada por su parte obliga a vestirse siempre abotonada, se esté de pie o sentado, y sin chaleco o fajín alguno. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

Si efectivamente las solapas redondeadas son idóneas para esta chaqueta, las de pico son igual de validas, pero introducen cierta seriedad a un conjunto que en ningún momento la busca. En ambos casos las vistas no aparecerán forradas con seda, sino que serán del mismo compuesto que el resto de la chaqueta. Tampoco llevará en la parte exterior de la solapa ribete en color alguno. 

A pesar de que se denomine esmoquin de chaqueta blanca, la realidad es que nunca esta chaqueta será blanca. Será el crema, el marfil o el hueso el mejor tono de blanco. Escogiendo este tono evitaremos, además de no convertirnos en la diana de la luz de cualquier foco, también que la chaqueta termine amarilleándose. Su construcción será lo más ligera posible, con las mínimas entretelas posibles, su tejido las conocidas como lanas frías, esto es, algodón, tejido gabardina y lino. Las telas sintéticas son aquí más error, si cabe, que en cualquier conjunto pues al no transpirar bien aseguran una sudoración innecesaria. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

Los amantes del esmoquin se habrán dado cuenta de que a pesar de ser una prenda, a priori, que no admite muchas alternativas, estas han sido múltiples a lo largo de la historia. Obviamente, no me estoy refiriendo a las que ciertos actores y demás personajes públicos nos muestran en galas y alfombras rojas. Me refiero a las que a lo largo de la historia los hombres más preocupados por sus modales han lucido en diferentes latitudes. Por poner un ejemplo, aquel esmoquin de chaqueta azul cruzada, vistas en seda negra y botones dorados con pantalón blanco que durante finales de los años 30 conquistó los veranos de Palm Beach o Monte Carlo. Otra opción que fue muy popular aquellos años fue el esmoquin de chaqueta parecida a la del frac, pero en blanco y sin su larga cola. Popular hasta que terminó identificándose con los miembros de las orquestas, dándola la sociedad de entonces por amortizada y no volviéndose a vestir. Una última, pero igual de popular, fue la chaqueta de esmoquin color beis, muy vestida tanto en su versión sencilla como cruzada.  

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

En nuestro caso no fuimos tan atrevidos y preferimos optar por una tela de un blanco roto de Scabal 100% de seda. Cierto que la seda, más de no estar mezclada con ningún otro compuesto como es el caso, encarece el encargo. Pero, también siendo sinceros, lo hace mucho más especial. Además, tengamos en cuenta que de no hacer de ella un uso intensivo este esmoquin nos acompañará prácticamente toda la vida. De esta tela, también de la del pantalón, hablaremos en detalle en el próximo artículo durante la descripción de la primera prueba. 

Como ya hemos apuntado, otra diferencia con el esmoquin tradicional es que las vistas de la chaqueta blanca no se cubren con una seda de diferente composición. Se rematan en la misma tela que el resto de la chaqueta. Los bolsillos, aberturas y botones son iguales a los del esmoquin de chaqueta negra. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

Los iniciados en esta prenda seguro que nos recordarán en el apartado de comentarios que las opciones de chaqueta van mucho más allá de la chaqueta con solapas redondeadas o de pico. Y tienen razón pues de repasar fotos de los años 30 y 40 veremos chaquetas blancas cruzadas de 6, 4 e incluso de 2 botones, todas con cuellos tanto redondeados como de pico. Algo idéntico ocurriría con las de hilera sencillas. 

  • PANTALONES, CAMISA, ZAPATOS Y FAJÍN. 

Los pantalones son idénticos a los del esmoquin negro. Negros o azul media noche. Una única diferencia: el peso de la tela. Buscando su ligereza y, sobre todo, su frescura mejor decantarse por una lana menos pesada que la de su hermano de invierno. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA NEGRA

La camisa será la misma que la del esmoquin negro excepto por el tipo de cuello. Si bien en el esmoquin negro se agradece la camisa de cuello diplomático, en el de chaqueta blanca mejor el cuello estándar. Su aspecto más informal combina más acertadamente con el aire más casual de esta última. También en las camisas que han acompañado al esmoquin de chaqueta blanca se han visto diferentes modelos. Si siempre ha sido plisada o de piqué no han sido totalmente blancas. Si con el esmoquin negro la camisa blanca destaca por el contraste de color, con el de la chaqueta blanca podría perderse detrás de la chaqueta. Por ello, no pocas ves esta era de un azul pálido o de un blanco diferente al de la chaqueta buscando algo de contraste. 

Los zapatos tampoco sufren variación respecto a los vestidos con el esmoquin negro. O los siempre seguros oxfords en terminación charol o, para mí las siempre más elegantes y especiales, opera pumps. Los tirantes, aunque no se verán, mejor blancos y con lazaderas de seda o, de no tener, negros, pero nunca los que vestimos con traje. 

EL ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

Donde sí encontramos diferencias en es el fajín y en el chaleco. Siendo nada aconsejable el chaleco por encontrarnos en verano, el fajín cobra una gran importancia. Aunque el negro además de ser la opción más segura y fácil de combinar, incorporar algún color puede ser un acierto. Y digo “puede” pues de elegirlo nos obligamos a cuidar con esmero el resto de los complementos. Por ejemplo, si con un fajín negro la corbata de lazo y la botonadura pueden ser también negras, de escoger un fajín burdeos, aunque la corbata de lazo podría ser negra, toca buscar mejor una corbata de lazo, siempre de una pieza y del mismo tono que el fajín, algo tarea no siempre sencilla. También la botonadura debería combinar con el tono del resto de complementos. 

De ser la chaqueta cruzada todo se simplifica pues no vestiremos fajín y bastará con escoger una flor de color para dar el toque veraniego y relajado que exige este conjunto. Tengamos presente que la chaqueta blanca, como cualquier otra chaqueta, requiere de un pañuelo de bolsillo. Busquemos uno blanco, o similar, que haga un mínimo de contraste con el tono de nuestra chaqueta y, importante, escojamos una flor de color; el granate es, probablemente, la mejor opción. Si no nos atrevemos con la flor, entonces que el pañuelo de bolsillo no sea blanco sino de color. Siempre de seda o lino según sea el tejido de nuestra chaqueta. De ser de una lana de verano cualquier opción es válida. 

CONFECCIÓN ESMOQUIN DE CHAQUETA BLANCA

En el próximo capítulo, con el trasfondo de la primera prueba, abordaremos las características de los tejidos escogidos, la técnica utilizada para la confección de la prenda y algunas curiosidades como la influencia de James Bond y sus películas en la evolución de esta chaqueta. 

El Aristócrata

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COMENTARIOS

7 comentarios

  1. Magnífico artículo!
    Por curiosidad ¿ con cuantos trajes y chaquetas cuenta su vestidor ?
    Que envidia mas sana !
    Repito ,enhorabuena por este gran artículo

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  2. Gracias por recordarnos prendas hoy casi olvidadas. Los artículos que más me gustan son los que, como este, cuentan la historia de ciertas prendas. Conocer la vestimenta de cada época es como conocer a la gente de entonces.

    Gracias por compartirlo

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  3. Buenas tardes,
    que bonito artículo, vaya aprendizaje he hecho.

    Sobre el smoking, el tejido no termino de verlo, pero conociéndole, seguro que cuando esté acabado me va a encantar, como casi todo.
    Me alegra ver que los zapatos con la suela pintada siguen intactos, una lástima porque eran unos bespoke, pero lo comprendo. Tenía curiosidad de saber de ellos la verdad.

    Muchísimas gracias por compartir y siga a este ritmo, aunque mejor los artículos los domingos 😉.

    Feliz semana a todos.

    Eneko.

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  4. Artículo muy entretenido y de agradable lectura.

    El problema de estas prendas tan “especiales” es que hay que tener una gran vida social para encontrar ocasiones en las que vestir toda esta ropa. Luego, obviamente, toca pensar hasta qué punto interesa hacerte un conjunto, me imagino que nada barato, para llevarlo solo una vez al año o ni eso.

    Dicho lo cual, leerlo y saber que hay gente que sigue disfrutando de esta ropa es un lujo. Gracias

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  5. Excelente artículo López-Galiacho, como acostumbra, todo muy detallado e instructivo.
    Discrepo del todo en que se pueda vestir un esmoquin con una corbata de lazo que no sea negra; o sea, este traje puede admitir algunas variaciones, las solapas, si es cruzado o no, un fajín de color, salvo con chaqueta blanca que no admitiría otro que el negro, pero nunca jamás una corbata de lazo en otro color que no sea negro, porque culmina y da sentido al conjunto, a este traje tan especial. Esmoquin y corbata de lazo negra son absolutamente inseparables.
    Un acierto los opera pumps para el esmoquin, en cambio de ser la chaqueta blanca, negra o azul medianoche, con solapas en seda de contraste, personalmente no me pondría ni pañuelo ni flor, para no recargar ni atildar en demasía el conjunto

    Una delicia su blog, enhorabuena siempre.

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  6. Creo recordar que Bertram Wooster vestía en su “saison” en la Riviera un esmoquin blanco. Y que Jeeves se lo reprochó. Bertie contestó que el Píncipe de Gales lo llevaba; a su vez Jeeves le indicó que “su alteza real” se podía permitir ciertas licencias.

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