BESPOKE CIV: LA BLAZER, POR CÉSAR CALVO DE MORA

A pesar de que a prácticamente a cualquier tipo de chaqueta, más de ser azul marino, se la denomine hoy “blazer”, esto no es correcto.[...]

A pesar de que a prácticamente a cualquier tipo de chaqueta, más de ser azul marino, se la denomine hoy “blazer”, esto no es correcto. Una blazer, al menos en una acepción purista, se trata de una chaqueta cruzada, azul marino, de ocho botones, normalmente dorados, de sarga, estambre, franela o cachemira.

Según el Oxford English Dictionary una blazer es “una chaqueta de color vivo vestida por universitarios o deportistas como parte de un uniforme”. Sin embargo, es su segundo significado el que más se acerca a la prenda de este artículo: “una chaqueta lisa – sin rayas o cualquier otro dibujo – que no forma parte de un traje pero que se admite como vestimenta formal”.

Para los que les guste la historia de la vestimenta masculina, el origen de esta prenda es bastante interesante, por existir dos teorías enfrentadas. Por un lado, ya se encuentra en 1852 referencias a la palabra “blazer”, específicamente en el Cambridge University Almanac & Register de dicho año. Para este, se trata de la chaqueta que llevan los integrantes del club Lady Margaret Boat Club of St John’s College. Concretamente, una chaqueta de un rojo vivo. Por otro lado, una versión más extendida, pero no por ello más acertada, otorga el honor de haber inventado dicha chaqueta al Capitán de la fragata HMS Blazer quien en 1837 vistió a su tripulación con una chaqueta cruzada con botones dorados para recibir la visita de la Reina Victoria.

A pesar de ambas versiones, lo cierto es que de profundizar más en cada una de ellas encontrar el verdadero nacimiento de esta legendaria chaqueta solo se vuelve más confuso. Si ya en 1820 los guardamarinas, los oficiales de rango más bajo de la Royal Navy, vestían las mismas blazers que recibieron a la Reina Victoria, pero sin la botonadura dorada, la palabra “blazer” con la que se refería el Lady Margaret Boat Club of St John’s College a su chaqueta era una prenda ya existente incluso entonces. Lo que sí parece claro es que fue el Capitán del tercer buque Blazer quien popularizó tanto el típico jersey a rayas marinero como la blazer azul cruzada y que, igualmente, el Lady Margaret fue el primer club que utilizó este nombre para sus chaquetas (antes de que clubs como el Oxford, el Durham y muchos otros adoptaran también el nombre “blazer” para referirse en la década de los 70 del S. XIX a sus coloridas chaquetas de sport).

Aunque parece demostrado que el Club del College St John’s utilizó antes del término “blazer”, lo seguro es que la chaqueta cruzada de ocho botones dorados debe su existencia al barco H.M.S. Blazer y, más concretamente, a la visita de la Reina ya comentada… y obviamente, como deja entrever la foto que precede a este párrafo, a los abrigos militares de entonces. Por otro lado, tengamos presente que por entonces los marineros no tenían un uniforme definido y cada comandante establecía la vestimenta a bordo que él consideraba más apropiada. Probablemente por la buena acogida de esta chaqueta, los marineros del buque H.M.S. Blazer vistieron esta blazer hasta 1857, fecha en la que se unificaron los uniformes y todos, independientemente de la embarcación, empezaron a vestir igual.

Si bien reservamos para un próximo artículo un repaso a la actividad profesional de César Calvo de Mora, así como contaros cómo se desarrolló la toma de medidas y la primera prueba, la de hilvanes, en este primero me gustaría definir cómo debería ser una auténtica blazer conforme a su origen.

Son tres las características que definen si estamos o no ante una auténtica blazer: la tela, los botones y el corte. Respecto a la tela, de encontrarnos en invierno, esta debe ser de franela, estambre, sarga o cachemira. En verano podemos incorporar otras como el lino o la seda. Dicho esto, yo al menos, veo a este tipo de chaqueta un uso más de invierno. Sobre el color no hay alternativas: azul marino oscuro. Los botones serán 8, estando estos grabados con algún motivo, preferiblemente naval por la procedencia de la chaqueta, y de terminación dorada y forma abombada. Este tipo de botón solo se puede coser por un lugar en su parte trasera con el objetivo de que puedan fácilmente descoserse de quererse lavar en seco la chaqueta. El corte es el ya mencionado de hilera doble y sin aberturas traseras. Recordemos que los marineros recibieron a la Reina de pie y que las prendas más formales históricamente carecían de aberturas. Los bolsillos son los clásicos rectos. Al ser chaquetas de inspiración naval es de esperar que estén más armadas que otras chaquetas de sport y que sean algo más largas.

Con nuestra chaqueta haremos un guiño a aquella prenda de 1837 respetando todas sus características originarias – exceptuado la ausencia de aberturas pues sería extremadamente incómoda vestirla sentado – y haciéndola acompañar con un pantalón que si bien obedecerá también a un estilo clásico huirá del clásico, y a veces aburrido, gris marengo. Recordemos que esta prenda no forma parte de un traje y que por lo tanto chaqueta y pantalón no pueden ser del mismo color. Y todo ello trayendo a esta página el trabajo de uno de los sastres más jóvenes, pero más bragado, del panorama español: Cesar Calvo de Mora.

Próximo capítulo: biografía de César Calvo de Mora, elección de tela, botonadura, toma de medidas y primera prueba.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

7 comentarios

  1. ¡Qué ganas de ver esta chaqueta! Recuerdo el esmoquin que le hicieron en su sastrería y me pareció de las cosas más bellas jamás nunca creadas. ¿para cuando el desarrollo de la prenda?

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    1. Yo también recuerdo ese esmoquin. Fue estupendo.
      Se agradece el nuevo abanico de sastres que trae la página y también deseando ver la prenda terminada. Por cierto, ¿dónde está la sastrería de Cesar Calvo? Me encantaría conocer su trabajo. Creo que estaba al lado del Ten con Ten pero ya no está.
      Un saludo y gracias por compartir el artículo.

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  2. Espléndido artículo!! Qué duda cabe que la blazer es la reina de las chaquetas. Aún así, de lo que huyo desde hace ya tiempo es de la botonadura dorada, creo que recarga demasiado el conjunto (y hablo de la clásica combinación de pantalón gris) y ello al menos para el día a día en una ciudad como Oviedo…
    Recuerdo mi primera blazer, en C.O.U., de cruzar, seis botones dorados, sin aberturas, de estambre, Burberrys’… qué tiempos!!

    Saludos.

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    1. Curioso, pero también en COU para celebrar la Selectividad mi madre me compró en Cortefiel una chaqueta cruzada de 6 botones dorados con su pantalón gris y tb de Burberry´s. Efectivamente, ¡qué tiempos!
      Un saludo

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  3. Curioso, pero también en COU para celebrar la Selectividad mi madre me compró en Cortefiel una chaqueta cruzada de 6 botones dorados con su pantalón gris y tb de Burberry´s. Efectivamente, ¡qué tiempos!
    Un saludo

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  4. Mi muy estimado sr. Galiacho:

    Muy de acuerdo. Me parece lamentable la “moda” de denominar a cualquier chaqueta, aunque sea recta, de lino y de color naranja, blazer.

    O es azul marino, cruzada y con botones metálicos o no es.

    Un cordial saludo.

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