Una de las ventajas que tenemos los hombres frente a las mujeres es que no
necesitamos contar con un gran número de trajes para asegurarnos de no repetir
conjunto. Nosotros tenemos la enorme suerte de aun vistiendo un mismo traje pero
jugando correctamente con varias camisas, corbatas y complementos aparentar
estrenar un nuevo conjunto cada día. Es por ello, por lo que de escoger
acertadamente solo unos pocos trajes podremos disfrutar de un sinfín de posibilidades
en nuestra vestimenta diaria.
Si tenemos en cuenta que construir un buen armario es una inversión que requiere
de un tiempo considerable y que la adquisición de un traje supone un importante
desembolso debemos estar seguros de no equivocarnos en su elección.
Si en los años 60 el conocido diplomático americano Tony Biddle fue
nombrado, junto a otros iconos de la moda masculina como Fred Astaire, uno de
los hombres más elegante de Estados Unidos con solo siete trajes en su haber, ¿acaso
no podríamos nosotros vestir más que correctamente con solo seis? Y es que con
solo seis trajes, eso sí bien escogidos, tendremos la seguridad de contar con
un armario preparado para enfrentarse a todo tipo de situaciones.
1-2 Los imprescindibles: Un
traje azul y uno gris; ambos oscuros y lisos.
Con estos dos trajes, y más teniendo en cuenta la seriedad de colores que
hoy imperan en la calle, se puede acudir bien vestido prácticamente a cualquier
sitio. No obstante, es siempre más oportuno dejar el gris marengo para las
ocasiones de día y reservar el azul marino para la noche y para ciertas ocasiones
formales como bodas o graduaciones.
Dicho esto, es importante recordar que el que sean la base de todo buen
armario no significa que en cualquier momento y a cualquier hora del día se
deban escoger, como se hace hoy, solo trajes grises o azules. Hay una gran
paleta de colores y diseños que en ciertas ocasiones son mucho más
recomendables de vestir.
3- Una vez con los cimientos
terminados toca empezar a construir el edificio: el traje gris claro y de
tejido no liso
Por norma general se pasa más tiempo vistiendo traje con luz solar que de
noche. Por ello, deberíamos cerciorarnos de contar con otro traje gris para
alternarlo con el gris oscuro. Los trajes grises de tonalidad algo más clara y con
tejidos tipo espiga, ojo de perdiz o fil a fil aportan la variedad que
necesitamos y nos ayudan a no tener que repetir traje. Igualmente, esta
tonalidad clara permite acudir adecuadamente a la oficina y aceptablemente
también a una importante comida de trabajo.
4- La raya diplomática resulta
indispensable
El traje diplomático es el atuendo por excelencia de las finanzas. Gordon Gekko
nos recordaba en los años ochenta que si querías ser alguien en Wall Street mejor
no te olvidaras de él. Pero hoy ya no es obligatorio dedicarse a la Bolsa para
vestir este tipo de estampado. Estudiando la disposición y grosor de las rayas del
dibujo podremos jugar con la imagen que de nosotros queremos mostrar. Escógela
más marcada y separada y apostarás por un look
más de sport. Haz lo propio con otras más difuminadas y cercanas entre sí y el
aspecto de tu traje será más serio.
Precisamente por esto necesitaremos dos trajes de raya diplomática de
diferente grosor y color. Mi recomendación es optar por un traje gris marengo
de línea fina y otro azul marino de raya algo más gruesa y marcada.
5- El quinto traje será un dos
piezas que no obedecerá al concepto tradicional de traje
Una chaqueta y un pantalón independientes, es decir, de un color y diseño
diferentes, aportará la variedad que reclama un buen y variado armario. Estos
conjuntos son siempre menos formales que el clásico traje pero nos siguen
permitiendo acudir elegantemente vestidos desde a una exposición de arte hasta a
la oficina un viernes. Una blazer azul o una chaqueta de tweed con un pantalón
gris siempre será una opción muy elegante.
Si con los cinco primeros trajes se afrontará el día a día de la semana sin necesidad de repetir traje, con el sexto introduciremos cada semana alguna variación y tendremos un cierto margen en caso que tengamos que desprendernos de alguno de los anteriores por tener que, por ejemplo, llevarlo al tinte.
Si con los cinco primeros trajes se afrontará el día a día de la semana sin necesidad de repetir traje, con el sexto introduciremos cada semana alguna variación y tendremos un cierto margen en caso que tengamos que desprendernos de alguno de los anteriores por tener que, por ejemplo, llevarlo al tinte.
Para asegurarnos de disfrutar lo máximo posible de estos seis trajes
escojámoslos de una lana de entretiempo cuyo peso esté comprendido entre 280 y
370 gramos. Por debajo de dicho peso serán muy frescos como para protegernos
del frio del invierno y por encima demasiado gruesos para afrontar nuestros
calurosos veranos.
Una vez contemos con los “imprescindibles” aquí tratados estaremos en
disposición de empezar a completar nuestro armario con trajes menos serios pero
mucho más divertidos. Las opciones que encontraremos serán infinitas. Príncipe
de Gales, cuadro ventana, sal y pimienta, cuadro Tartán etc. En los tejidos
también encontraremos infinidad de posibilidades más interesantes que la lana
100% como es la franela, la cachemira, el bambú, la alpaca o el siempre fresco
lino.
Y sobre el corte de los trates podremos jugar igualmente con múltiples opciones. Trajes sencillos, cruzados de cuatro o seis botones, de tres piezas, de dos o tres falsos botones, bolsillos de parche, en diagonal, con cerillera, solapas de pico o chatas, pantalones para cinturón o para tirantes, con uno o dos pliegues, ingleses o italianos, dos pletinas laterales o una trasera central y un largo etcétera nos brindan la posibilidad de vestir además de con elegancia también con personalidad y estilo.
Y sobre el corte de los trates podremos jugar igualmente con múltiples opciones. Trajes sencillos, cruzados de cuatro o seis botones, de tres piezas, de dos o tres falsos botones, bolsillos de parche, en diagonal, con cerillera, solapas de pico o chatas, pantalones para cinturón o para tirantes, con uno o dos pliegues, ingleses o italianos, dos pletinas laterales o una trasera central y un largo etcétera nos brindan la posibilidad de vestir además de con elegancia también con personalidad y estilo.
El Aristócrata
7 comentarios:
Interesante artículo como de costumbre. No obstante, me gustaría conocer no los 5 imprescindibles sino los 5 posteriores que mas te gustan.
Andrés
PD Y estoy contigo, es increible como se abusa en España del color azul marino
Excelente articulo, estos básicos son imprescindibles y sin dudas nadie pasaría apuros de contar con ellos. No creo que todo el mundo -incluso quienes presten atención al vestir-, lo tengan presente para incorporar otras prendas recién luego de contar con ellas.
Coincido con las opiniones anteriores.
Aprovecho la ocasión para consultar con qué zapatos combinaríais un DBJ gris de raya diplomática.
A.S. - Como curiosidad, EA, al referirse a los "side adjusters" utiliza el término "pletina" ¿no se ajustaría más la palabra "pretina"?. Según la entrada del diccionario de la RAE, "pretina" es: "correa con hebilla para sujetar en la cintura ciertas prendas de vestir"
Muchas gracias por todo,
Correcto es pretina. Respecto al color de los zapatos es indiferente que sea un traje cruzado o sencillo. Lo importante es el color del traje. Y con el gris como le digo en el artículo combinan muy bien desde los tonos chocolate, coñac etc. hasta los vinos.
Efectivamente, los trajes más interesantes son los que empiezan a llenar el armario una vez se tienen estos cinco.
Un saludo y buen fin de semana
EA
Estimado Aristócrata:
¿Qué piensas de los trajes cafés? Estoy pensando en comprarme uno. Lo usaré solamente de día, pero aun así me gustaría saber tu opinión.
excelente articulo, desde Venezuela, aun aquí, son contadas las ocasiones en que son usadas, siendo estas las mas solemnes.
saludos
Coincido plenamente EA, soy de Argentina. Lamentablemente aquí imperaba el buen gusto pero observo cada vez con mayor frecuencia que la gente le falta un asesoramiento como el que nos ha brindado en este muy buen artículo.
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