Un año más, y van 16, nos despedimos hasta la entrada del nuevo año escolar. Unas pocas semanas por delante para disfrutar de lo que a cada uno haga más feliz.
Como siempre, intentaré desconectar y pasaré unos días, como también desde hace años, en el Norte; concretamente en Zarauz y Biarritz. Bicicleta, vinos, carreras a pie, libros, largas noches con jersey, más vinos y burbujas me acompañarán los primeros días. Cero compromisos y ser solo yo el dueño de mi tiempo libre, objetivos ineludibles.
No obstante, el plato fuerte de estas vacaciones será ese viaje a Tanzania en familia que siempre quisimos hacer y que las niñas ya crecieron lo suficiente como para poderlo saborear. Como muchos sabéis África entró en mi corazón de bien joven y nunca lo abandonó. Nada tan profundo, especial y auténtico como África.
Sé que muchos aprovecharéis para descubrir ciudades, historia, pasados…Sin embargo, para mí las vacaciones son descanso. Es moverme fuera de donde esté lo mínimo posible, intentar tener una rutina lo más aburrida y apasionante posible, es no ver a quienes ya veo de septiembre a julio, es olvidar donde dejé el móvil o si es lunes o jueves. Es estrujar el cuerpo y dejar que la mente se vuelva perezosa. Es moverme en moto y dejar el coche aparcado. Es cargar baterías y dar perspectiva a problemas de trabajo, a día de hoy no pequeños, que aguardan a mi regreso.
Y también es no escribir ni en esta página ni en ningún otro sitio. Pero antes de desconectar el teclado quiero desearos a todos unos días maravillosos, tan maravillosos como para quererlos vivir una y otra vez. Aunque los días de vacaciones siempre son especiales, intentemos tener presente que son solo unas semanas y que si hipotecamos el año solo para disfrutar de dichas semanas seguramente la existencia sea algo triste o vacía. Por lo que pensemos estos días también cómo vamos a hacer para que haya algo de estos días el resto del año. No solo en Navidad o Semana Santa sino en todas y cada una de las semanas del año. Al menos este será uno de mis objetivos.
Queridos lectores, nos vemos en septiembre. ¡Toca vivir!
El Aristócrata