RELOJES PARA LAS VACACIONES

Quizás alguno ya esté disfrutando de las merecidas vacaciones estivales y otros muchos cuentan los días para el mes de agosto. Fechas de relajo y asueto donde cambiamos nuestro estilo habitual por uno más relajado. De playa o montaña, en España o en el extranjero te sugerimos algunos relojes para llevar en tu maleta.

Como entusiastas de los relojes, en nuestra caja suelen convivir modelos que no sólo nos entusiasman si no que también se adaptan a nuestro día. Para ir a la oficina, para hacer deporte o para el fin de semana, lo habitual es que cambiemos la pieza de nuestra muñeca, una o varias veces por semana. Y por supuesto, cuando salimos de viaje, no nos olvidamos de un buen estuche para llevarnos alternativas a lo puesto. Si acumulamos varios días de vacaciones, ese estuche puede acumular tantos relojes como nuestra pasión nos dicte. Por lo general, esos días son muy ociosos y así lo habitual será que las opciones sean casi todas deportivas. Veamos algunas sugerencias.

DE PLAYA

Si nuestro destino es la mar, la elección se debería decantar por modelos tipo diver. Lógicamente, es obligado en ese entorno que sean resistentes al agua con corona roscada y una correa de caucho, idealmente. Aunque es cierto, y salvo que practiquemos buceo deportivo con botellas, que la mayoría de los relojes tienen un nivel de resistencia al ahogamiento bastante generoso y no hay que preocuparse si son 50, 100 o 200 metros waterproof.

Realmente, a nosotros nos preocupa más en ese entorno, la arena y la sal. Son dos materiales que pueden resultar muy perjudiciales para nuestros relojes. Como todos sabemos, la arena es un pulidor estupendo, pero si se usa correctamente. Tumbados en la playa, es inevitable que la arena se cuele por cualquier lado, en la caja, en las coronas, en el bisel, en el armis…cuando se moja, el resultado es aún peor porque no desaparecerá del todo y puede acumularse en espacios inverosímiles con consecuencias fatales. Lo mejor es el aire, para soplar con cuidado todo el reloj y que la arena desaparezca, siempre en seco. Y por supuesto, después de los baños en la mar, lavarlo bien con agua dulce.

Después de muchos años, cuando voy unos días a la playa me llevó una funda rulo para tres relojes. El de hacer deporte, el de mojar y el más formal para las mejores ocasiones. El de mojar, después de probar varios tengo mis favoritos. Hace mucho tiempo Swatch nos sorprendió con una colección Scuba realmente maravillosa y que nada tiene que ver con la pobre reedición de hace unos años. Eran piezas de un diseño estupendo y donde todo, hasta la hebilla, era de plástico. Además, contaba con profundímetro mecánico realmente interesante y cien por cien operativo. Por todas estas razones se ganó mi corazón durante muchos veranos. Lamentablemente si se estropean, no hay arreglo posible y tampoco piezas de recambio. Por lo que ahora, lucen de exposición, con gran dolor de mi corazón.

Para suplirlos, utilizo dos piezas bien distintas e igualmente divertidas. El Citizen AqualandI es un reloj mítico de buceo de los años 80 que llegó a ser el reloj de dotación de los Navy Seals antes de que fueran además de guerreros, típicos elegantes y se pasaran a Jaeger LeCoultre. El mío acumula 20 años de servicio y más de 150 inmersiones y sigue impecable como el primer día. Tan sólo ha sido necesario el cambio de correa por rotura y el lógico cambio de baterías, cada tres o cuatro años. Un tipo duro. La otra opción ha llegado en bronce. La moda de este material llegó hace varios años y aunque ha pasado un poco, cada verano me sigue haciendo gracia utilizar alguno de los que tengo para que se ponga aún más verde. Si lo utilizas con correas de cuero gordas, bien enceradas, conseguirás el aspecto de herramienta de buzo con 100 años.

Al final del día, limpios de arena y sal, nos arreglamos para la cena y es el momento de lucir nuestros mejores relojes diver que nunca se nos ocurriría mojar. O sí, que para eso los hemos pagado y son nuestros. Allá cada cual con su con ciencia. Un Jaeger-LeCoultre Polaris, un Panerai 243, y hasta un Submariner son opciones más que dignas.

DE MONTAÑA

Si nuestro destino tira como la cabra al monte, las necesidades son diferentes. Dejando a un lado la escalada deportiva, si lo que nos atrae son los paseos por veredas y caminos de altura hay dos funciones que no debemos desestimar en un reloj: el barómetro y la brújula. Cualquier montañero aficionado sabe, que un súbito ascenso o descenso de la presión atmosférica nos alerta de un inminentemente cambio de tiempo, que puede ser para bien o para mal. Por más señas, si baja, para mal; si sube, para bien.

Igualmente, la brújula es muy útil y aunque hoy en día disponemos de unos fantásticos GPS portátiles, si no queremos llevar nuestra aventura tan al límite, saber hacia donde nos dirigimos en mitad de un bosque o ante un inesperada niebla nos puede salvar de una situación comprometida. Es increíble la cantidad de accidentes de montaña que se reportan cada temporada, en un 99% por imprudencias. No llevar el calzado o la ropa adecuada son las principales, pero la pérdida de orientación o no estar al tanto de la meteorología son las siguientes.

Los relojes de aventura no son nada caros, principalmente porque son relojes electrónicos hechos de plástico y con una pantalla de cristal líquido. Eligiendo cualquiera de los habituales como los Suunto o Garmin no nos equivocaremos. Como tampoco si optamos por el irrompible Casio ProTrek y en mi caso, puedo recomendaros el Coros, marca americana poco conocida que descubrí hace un par de años cuando hice el Camino De Santiago y que desde entonces me acompaña en todas mis aventura outdoor. La duración de su batería, incluso usando el GPS, de casi un par de semanas me convenció. La función del GPS en el reloj puede ser muy útil si queremos seguir una pista que no conocemos y que previamente hemos descargado en el reloj.

El ocaso se asoma, y arropados por alguna bonita prenda de abrigo, que las noches en la montaña pueden llegar a ser verdaderamente frescas nos sentamos a disfrutar de una copa y un puro mientras compartimos las vivencias de la jornada y consultamos la hora, por ejemplo, en un IWC Pilot o un Vacheron Constantin Overseas.

Lo importante, es descansar para la vuelta al cole y ya puestos, porque no dejar el reloj en la mesa de noche y olvidarse durante unos días del control de tiempo. ¡Qué disfruten de las vacaciones!