Ella sin oficio, él sin oficio ni beneficio. La boda del todo gratis y del prestado. La de la vergüenza ajena. Caspa de guante blanco, pero, al fin y al cabo, caspa aquí y allá.
Qué cosa más bonita es casarte con el reloj de tu padre o con la pulsera de tu madre. Pero qué triste es hacerlo con joyas de otros y, además, joyas prestadas por personas ajenas a ti y que al día siguiente tocará devolver. Joyas que muy probablemente nunca volverlas a ver y que otra pronto lucirá. Todo por hacer un negocio, un gran negocio, con algo tan auténtico y especial como debería ser una boda.
Parece claro que el coeficiente intelectual de los novios no da para sacarse Registros o Notarias, ni su amor propio y humildad para hacerlo conforme sus posibilidades reales. Pero de ahí a sacar el gasofilazio a la puerta de casa va un mundo. Que necesites que ciertas marcas se retracten y te permitan cambiar el queso frito por langostinos o la sidra el Gaitero por el Moët & Chandon es lúgubre. Quizás por ello una de las frases que adorna alguna botella de mi BAR sea la de “Desconfía de quien brinda con Moët & Chandon”. ¡Qué premonición! Puede resultar raro, pero preferiría dar a mis invitados unos huevos fritos con patatas, pero pagados de mi bolsillo, que un solomillo sufragado por un tercero. Solo para que lo nombres aquí o allá.
Desde la liposucción – la verdad es que la chica algo oronda estaba – hasta los múltiples vestidos tanto de la novia como de los familiares más cercanos, todo parece estar pagado. Vergüenza ajena hacer de una boda un negocio, pero si la cabeza y la capacidad de esfuerzo están limitados, solo la cesta, y la ausencia de señorío alguno, puede dar respuesta a semejante bochorno. Al menos esperamos que la Marquesa deje a Dios descansando esta vez y no intente iluminarnos con sus “profundas” y “sentidas” creencias. Porque hasta con la religión es capaz esta chica de hacer negocio. Dicho todo esto, los únicos culpables de todo este bodorrio son aquellos que han acudido al quiosco a hacerse con la revista.
Pero vayamos a lo nuestro, ¿cómo vistieron los hombres de la boda? Ante tanto boato uno se imaginaría los mejores chaqués y trajes cruzados. Pero, me temo que, si ni cuna ni formación acompañan, pedir que se sepa distinguir ambas prendas de sus variantes más cómicas tampoco debe resultar fácil. Y si con nuestros amigos solemos compartir inquietudes y gustos, parece normal que tampoco a los cercanos a esta pareja se les pueda pedir descubrir la fórmula de la Coca-Cola.
Empecemos:
- Íñigo Onieva. Algo a reconocer al novio, en positivo, es que tuvo el gusto de acudir a un sastre y no a una marca de moda que, con seguridad, le hubiera atendido económicamente mejor. Dicho esto, poco conocimiento, y menos gusto hay que tener para casarse con un chaqué azul marino. Acaso, se desconoce que una boda es un acto formal y su protocolo centenario bien define los colores a escoger. Básicamente levita negra y pantalón a rayas cashemere, con la excepción posible, que no obligada, del gris a medio día. Probablemente, Mario Zafra, sastre de Yusty gane muchos novios tras la realización de este chaqué, pero de haber hecho la misma publicidad comunicando que había rechazado semejante encargo hubiera ganado muchos más. Además de consagrarse entre los más grandes. Ahora, claramente, se le abre un mundo de influencers y personajes del corazón, pero se le cierran para siempre la de los verdaderos entendidos.
Dejando de lado el color, la hechura del chaqué está muy conseguida. Cierto que en alguna foto parece que el cuello se desboca o que incluso las solapas se abren. Pero, sinceramente, pienso que es debido más a la pose que al chaqué. De hecho, en la gran mayoría de las fotos aparece bien encajado. Los zapatos los correctos, Oxford negros. La corbata y la camisa sin más. Sí mejorable, y mucho, el nudo de la corbata y la colocación del pañuelo de bolsillo. Parece claro que la vestimenta de ambos complementos no es, ni ha sido, algo habitual en el día a día del que fuera becario de nuestra querida revista CAR.
- Resto de asistentes. Las fotos que han salido en la revista patrocinadora del espectáculo no dejan profundizar mucho en el atuendo del resto de asistentes. Como es costumbre, centra más su atención en la ropa de ellas. Por cierto, siempre me ha llamado la atención el que a dichas fotos le acompañe el nombre del diseñador detrás de cada vestido. ¡Cuánto conocimiento de moda el de las periodistas actuales! ¿O será por algún otro motivo? Me atrevo a decantarme por lo segundo.
A destacar el padrino y hermano de la novia. Un correcto chaqué de sastre acompañado correctamente de una chaleco cruzado y una camisa y corbata que consiguen un bonito contraste de colores. Quizás unos tirantes no bien ajustados dejen ver un pantalón largo. No obstante, yo no lo achacaría tanto a un largo incorrecto sino a un pantalón caído por esos tirantes poco tensos.
A falta de ver más fotos, al parecer las entregarán por capítulos por eso de engordar la colecta, no mucho más que destacar. Algún imitador de Tom Cruise con sus gafas de sol Top Gun, demasiado mocasín, uno incluso arruinando un buen traje, pocas corbatas bien anudadas y un gran desconocimiento de la vestimenta de esta prenda. Recordar a futuros novios que el chaqué, al ser un conjunto de tres piezas, permite, además de recomendar, dejar la levita abierta. La crítica de los conjuntos de los asistentes del mundo de la TV se la dejamos a quienes sepan definirlos. Yo, me siento incapaz. Eso sí, Juan Avellaneda, al menos lo que deja ver su foto, viste muy pero que muy por encima de todos ellos. Una pena que sus compañeros de pantalla no le pidieran consejo.
Otro error bastante extendido fueron los mencionados zapatos. Si los mocasines representan la cúspide del error con este atuendo, los derbys y zapatos de hebilla tampoco son correctos. Solo las botas Balmoral o los más fáciles Oxford son válidos con chaqué. Para terminar nuestra crónica, comentar que la camisa debe sobresalir ligeramente de la manga de la chaqueta, pero solo ligeramente. De fijarnos en varios trajes observaremos una gran parte del puño de la camisa. Esto, si bien puede deberse a una camisa larga, en muchos casos es porque cuando nos compramos el traje no tenemos en cuenta que las mangas de la chaqueta terminarán cogiendo la doblez del codo acortándose y, consecuentemente, sobresaliendo la camisa más de lo esperado.
Nota: Para no arruinar la colecta a los nuevos Marqueses hemos decidido mejor no compartir las fotos del enlace. Bastará con hacer una búsqueda rápida en internet para saber qué personaje se encuentra detrás de cada una de nuestras descripciones.
El Aristócrata
24 comentarios
No he parado de reírme. Pluma fina la de hoy martes.
Artículo patrocinado por el Marquesado de Griñón. XD
El arte de la farándula y el postureo son dos de los mayores negocios en estos tiempos en los que parecer y no ser son la norma. Y estos dos personajes son sus mayores exponentes. Y es un buen negocio porque de la nada se saca mucho (muchísimo). Gente que tiene poco más que aportar que escándalo y cotilleo, y mucho que ganar porque hay muchas marcas (insensatas) dispuestas a pagarlo. Un sinsentido constante.
Hola a todos,
Visto el reportaje fotográfico, el novio o marido no puede ir a la boda con unos zapatos usados o viejos y el pantalón de traje con arrugas o mal cortado (la caja) según se mire.
Saludos
Sobre las arrugas no lo veo como para opinar. Pero respecto a los zapatos también yo los veo correctos. A mi también me llamó la atención que estuvieran usados pues no hay nada más paleto que estrenar algo en tu boda.
¡Qué lujazo de artículo! Exquisito. Brillante descripción. La mejor crónica social que he leído en tiempos. Enhorabuena
Glorioso
Apocalipsis 3:15-16 “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.”
Las personas normales nunca fueron el mejor negocio para la prensa rosa, no lo olvidemos al consumir la noticia y al secundar una crítica tan certera y valiente como esta. Se entiende que haya un público que alimentar con los frutos de su propia cosecha… Relax, el mundo sigue a lo suyo con su historia de verdad.
A mí lo que más me llamó la atención fue el contraste entre los estilos de la pareja. Quizá me equivoque, pero no vi conveniente un conjunto de chaqué tan básico a la altura del vestido de museo que ella lucía (eligen las personas, no los vestidos, y este ya sería otro tema). Ignoro las muchas o las pocas alternativas razonables de combinación y de colores, como de complementos, pero eché en falta algo de coordinación de gusto y de nivel, que no deja de ser una extensión del propio amor, protagonista del rito de paso que es una boda.
Por lo demás, un negocio inevitable y preparado, debería, para esta opinión y las que le caigan.
Saludos.
Claro y certero análisis. Enhorabuena D. José María.
Estimado Aristocrata
Le comento desde Portugal su reportaje de la boda del ano, no sabia que el ridiculo da pseudo pretencion aristocrata de los actuales marqueses se acercava al limiar de lo mas basico igual que gente sin bierjo …..y com bastante dinero …..despues de una novela mexicana de 5 categoria entre bodas rotas y reconciliaciones y revista cor de roza financiando todo.
Me supreendio la verdadera situacion y me agrado mucho el post
La Nobleza( en Espana Hidalgos ) es de dentro para fuera y no de fuera a dentro
un abrazo desde Portugal
Me ha llegado su crónica por múltiples vías y solo puedo darle la enhorabuena. ¡Lo ha clavado!
Como publicista y no entendido en sastrería y no entrando a discutir todos sus puntos de vista, porque como dicen cada uno tiene el suyo y opiniones hay muchas, me sorprende como vemos la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el nuestro. Me gustaría saber saber si usted como ¨blogger¨ o ïnfluencer¨ paga todos sus trajes en esas colaboraciones que hace o cuando realiza cualquier evento, no esta patrocinado por alguna marca o similar. Al final cada cual se busca la vida como puede y lo que para unos es licito no puede no serlo para lo demás.
En mi opinión a esto se le llama hipocresía.
Yo no soy influencer ni nada de eso. Yo tengo un trabajo, de los de verdad, que precisamente me permiten pagarme todos mis trajes, sin excepción. Que en muchos puedan tener alguna atención conmigo cierto, pero que los pago todos también.
Por eso trabajo de sol a sol, para no caer en esa hipocresía de la que usted habla.
Si es así, y así le creo, me congratula saberlo. Pero como le decía, y por lo que me encuentro en mi gremio, todas las colaboraciones y publicidad oculta tanto en IG como en demás redes se paga. Y quien no pasa por el aro no sale en la foto. Usted debería saberlo.
Buenas don Alfonso,
No he pedido permiso a mis compañeros pero me voy a permitir informarles que este blog no sólo es que no gana dinero, sino que les cuesta dinero de sus bolsillos a las tres personas que capitanean este barco ahora mismo, el propio don José María, don Javier Arias y don Amando Martínez. Las marcas que colaboran lo hacen de forma simbólica y porque creen en lo que aquí se hace, pero no cubren ni los costes mínimos.
El resto de colaboradores, entre los que me encuentro, no recibimos absolutamente nada por nuestro ‘trabajo’ aquí, lo hacemos por amor a esta web y por la sincera amistad que nos une a las tres personas que he nombrado anteriormente.
Creo que es importante que conozcan estos datos. Con El Aristócrata se pierde dinero, pero es que es más importante lo que hacemos que lo que se pierde económicamente. Todos aquí tenemos nuestro trabajo y carrera profesional que son nuestro sustento, esto es un hobby y una pasión.
Un saludo, a su disposición para cuánto necesiten.
Pero te aprovechas de lo que estás criticando .Estas ganando dinero por los que criticas
María: ¿puede usted iluminarnos sabiendo cómo gana EA dinero escribiendo una crónica como esta?
Nunca entenderé, aquí o donde sea, la crítica absurda.
¿Ha visto usted algo de publicidad o marcas en su blogg? pues eso.
Muy bueno, como de costumbre estupendamente bien escrito, y llamando a las cosas por su nombre. Patética esta pareja, pero más patèticos los que los siguen -comprar los HOLAs en los que salen es seguirles -. Que nadie que compre el HOLA los critique. Es por ellos por los que personajes de esta calaña existen
Yo creo que el chaqué es de medida industrial, no parece artesano, un pelin corto y el faldón sin vuelo.
Me parece curiosa esta frase, “Que necesites que ciertas marcas se retracten”. En mi tierra es “retraten”, alguien puede indicarme cual de las dos formas es la acertada. Entiendo que “retratar” es dejar fijado algo, que se retraten o que lo dejen claro.
Me temo que en dicha boda la elegancia y buen gusto brillaron por su ausencia. Vi multitud de errores en el buen vestir, esa boda me hizo daño a la vista. Todos sabemos que las personas más elegantes y con más clase y gusto somos totalmente anónimos.
Esta pareja y todos los invitados que asistieron son sumamente patéticos.
Imposible añadir una palabra más.
Felicidades, señor Galiacho
He buscado foto del novio por internet y me sale sólo la foto de portada.Me gustarìa que el señor López Galiacho u otro explicase por què el novio lleva el nudo de la corbata mal.Yo en la foto de la portada se lo veo perfecto,creo que es un nudo doble.A mi me gusta ese tipo de nudo .Muchas gracias