BESPOKE XCII: DETALLES ARTESANALES DE UNA BUENA “AMERICANA”

Como sabéis D. [...]

Como sabéis D. José María Reillo decidió poner un punto y seguido a su dilatada carrera de sastre y empezar a verla desde una perspectiva más cómoda y romántica y menos comercial. De ahí que decidiera cerrar su sastrería de la calle Monte de Esquinza. Y esta chaqueta del artículo de esta semana fue su última creación.

Recordaréis el artículo donde hablaba de sus características así como el del proceso de selección de la tela y los botones. Hoy, como quedó pendiente, me gustaría mostraros unas fotos donde apreciar los detalles artesanales de su trabajo. Antes de entrar a valorarlos, nuevamente apuntar que una “americana” azul es tan necesaria y versátil como unos buenos Oxford negros, probablemente incluso más. Esto es así porque este tipo de chaqueta de sport combina igual de bien con un dos piezas que con un pantalón de sport. Tan válida para viajar como para asistir al mismo aterrizar a una reunión de trabajo. Aunque en la foto que inaugura el artículo la chaqueta aparece acompañando al pantalón del traje y la corbata que llevaba ese día, podríamos perfectamente imaginárnosla con conjuntos mucho más informales; sus medidas y aire así animan. Y por supuesto también su peso, peso que es ínfimo comparado con el de las chaquetas más vestidas y que permite vestirla con la misma naturalidad que se haría con una liviana Teba.

Si en el artículo “cómo descubrir un traje artesanal” se daba alguna pista para asegurarnos de que no nos daban gato por liebre, la verdad es que no solo es la costura la que define si una prenda es artesanal o no. Es también la medida y el aire que desprende la que termina por sentenciarlo. Por ejemplo, el vuelo natural de la solapa es fundamental; algo que solo se consigue girando las solapas conforme se van cosiendo. Los más entendidos serán capaces de determinar qué prendas son artesanales y cuales viéndolas en movimiento, incluso de lejos. Dicho esto, una buena chaqueta MTM pudiera a veces confundirse con el Bespoke pues en el buen MTM hay también mucha y buena mano de obra. Sin embargo, una buena mano de obra siempre debe aparecer en cualquier chaqueta que se tenga por bespoke, esto es, que se le presuponga estar cosida a mano y confeccionada a medida .

La chaqueta que hoy tenemos aquí así lo es pues ha salido de un patrón personalizado, la tela ha sido cortada siguiendo el dibujo del mismo, ha sido probada en sus diferentes fases y ha sido la mano de obra del hombre la responsable de coserla y traerla a la vida. A esto podríamos añadir otras notas importantes como el haberse confeccionado en el propio taller de la sastrería, por oficialas especializadas en las diferentes fases del proceso, atendiendo a los gustos del cliente y no a los de un patronista independiente.

Fácil resulta apreciar el vuelo de la solapa del que hablábamos al principio, el talle en la cintura, la caída natural y limpia de las mangas, una espalda sin arrugas, la ausencia de las mismas en hombros o pecho o una sisa alta. Al margen de estos detalles que denotan una gran confección, encontramos otros que hablan de la calidad de la mano de obra empleada. Una de las cosas en las que primero se fija quien se adentra en este apasionante mundo es en los ojales. El recién llegado busca que sus ojales sean practicables y pueda desabotonar sus botones. Como ya todos sabemos, este detalle es hoy tan habitual en la confección artesanal como en la industrial. Sin embargo, el que estén cosidos a mano es otro cantar.

Como también todos sabéis no hay mejor forma para comprobar que esto ha sido así que dando la vuelta al ojal para observar las feas y asimétricas puntadas interiores. Dicho de otra forma, si el ojal es muy parecido tanto por dentro como por fuera dudemos de que dichos ojales hayan sido cosidos a mano. El tacto, el relieve, el hilo utilizado, su cuello darán la puntada al ojal artesanal frente al feo industrial.

Si nos fijamos en los hombros observaremos una costura cargada, esto es la manga aparece cosida por debajo del hombro, algo que es al revés en las chaquetas más vestidas de traje. Esto da a la chaqueta un aspecto más de sport. No sé si las fotos permiten apreciarlo, pero hasta la propia hombrera ha sido cortada y dado forma para que vaya de menos a más, de más fina a más gorda, habiéndose igualmente cortado longitudinalmente.

Es decir, la hombrera es súper fina para en la unión de hombro y manga ser algo más gorda. Igualmente, la hombrera solo empieza a aparecer a mitad del hombro y no desde el principio. No hay nada malo en prescindir enteramente de la hombrera pero asegurémonos de tener los hombros a idéntica altura y que la cabeza de la clavícula no se aprecie, algo no tan habitual. Si no, el efecto estético no será el mejor y una pequeña hombrera siempre mejoraría el aspecto final. La doble costura que recorre hombro, solapas, bolsillos, costura trasera central busca darle a la chaqueta mayor resistencia en caso de tirones o de forzarla. Con ella evitamos que las costuras se rompan o abran. Dicho esto, la realidad es que tienen un valor más estético que real aunque, por supuesto, hablan del cariño puesto en la prenda.

Esta doble costura podremos encontrarla en prendas de alta confección, aunque a diferencia de las artesanales su doble cosido se habrá realizado a máquina. Importante también es una buena ejecución del mismo pues debe apreciarse pero de manera muy sutil y disimulada. Coser una segunda vez las costuras de la chaqueta podría no tener sentido, pero lo tiene para el sastre que trabaja siguiendo ciertos parámetros y que cuida sus prendas con especial esmero.

Las tapetas del cuello a mi me gustan sin que se vean por sus laterales el sobrante de la tela. Esto pudiera impedir a posteriori ajustar el cuello al del cliente, pero ponen de manifiesto la seguridad del sastre en el trabajo terminado. En la alta sastrería francesa e italiana es algo también bastante frecuente.

La diferencia de una chaqueta de dos botones con una con un falso tres no es estéticamente muy grande. No obstante, personalmente me encantan los falsos tres pues uno puede apreciar la belleza de ese tercer botón realizado a mano sobre el vuelo de la parte alta de la solapa. De los botones ya hemos hablado aquí  pero qué duda cabe que le aportan a la prenda un toque diferenciador y, sobre todo, personal. Unos botones que una vez hecho el desembolso te olvidas del mismo al poderlos usar en posteriores chaquetas. El personalizar una chaqueta con un forro es otra forma de sentir esa prenda como algo más tuya. Aunque hoy hay infinita clase de forros, conviene intentar guardar cierta lógica sobre lo que se ve y lo que no, es decir, entre el exterior y el interior. Un traje serio seguro que queda mejor con un forro liso del mismo color que la tela principal o con el menor contraste posible. Por su lado, uno más atrevido aceptará mejor un forro más canalla.

Si bien había otros forros que mirándolos independientemente eran más especiales, este era de los disponibles, desde mi opinión, el que mejor combinaba tanto con la chaqueta como con mis gustos y aficiones. Dicho esto, el forro nunca es tan importante pues al nunca verse es sobre todo para el disfrute del propietario. Como se observa en la foto, ha sido cosido a mano en forma de cruceta. Los costados de los bolsillos interiores cuentan con un refuerzo de costura que busca evitar de utilizarse para guardar la cartera que se terminen rajando. Este detalle, aunque también más estético que de utilidad, no es nada común en otras latitudes. (recuerdo hace cinco años mostrárselo a Lorenzo Cifonelli en una de mis chaquetas pues no lo había visto antes).

Otro detalle artesanal es la manera en que se cosen los botones. El botón no aparece pegado al tejido y el hilo cuenta con cierto recorrido para abotonada la chaqueta esta gane naturalidad y no de la sensación de tirón. Imposible resultaría tirar de uno de los hilos y que se deshilachase enteramente, como sí ocurre en los cosidos a máquina.

De nada valdría todo esto si la chaqueta fuera estéticamente “un churro”. Pero de no serlo, el verte acompañado en multitud de ocasiones, muchas de ellas de auténtico disfrute, de una prenda en la que sabes se han metido tantas horas de cariño y un trabajo manual muy especializado justifica con creces el precio pagada por ella.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

8 comentarios

  1. He disfrutado con el artículo, que esperaba se publicara lo más pronto posible. Me voy a mi armario para aprender de lo leído y expuesto por usted.
    De lo visto me ha encantado la caída de la solapa que me recuerda a los antiguos "cucuruchos" o barquillos.
    Los encajes de las mangas con los hombros hablan de la dificultad y de la experiencia que necesita la oficiala y la naturalidad de su entalle.
    Los ojales brillan diciéndonos que el cordoncillo que forman han sido elaborados de forma artesanal. ¡Qué bien se debe sentir el que trabaja con las manos y lo hace así¡
    Tengo una de 1999 que me la puedo poner y voy tan decentemente.
    Un saludo y enhorabuena

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  2. Dos comentarios: Por un lado decir que una buena americana es totalmente imprescindible pues vale para todo. Es más, entendería tener más de una diferenciándola en botones, tipo de bolsillos, quizás solapas. Por otro, que el abanico RTW entre el que escoger puede hacer que con unos ajustes la chaqueta te quede perfectamente. Obviamente, la calidad de la tela y la mano de obra será inferior, pero la pregunta sería ¿de verdad merece la pena pagar 2.000€ más por todos los detalles con los que la chaqueta del artículo cuenta?
    Albert

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  3. Compañero Albert, muy probablemente para el lector de forocoches no merezca la pena pagar esos 2.000€ pero sí para el lector de esta página, si no esta página hubiera dejado de existir hace tiempo. Por supuesto que respeto a quien piense que su chaqueta de Hackett es lo más.
    Guillermo

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  4. Un excelente trabajo de el Sr. Reillo, como nos tiene acostumbrado; además, la chaqueta realizada es muy versátil, sobre todo en los tiempos actuales.
    Phil.

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  5. Una chaqueta RTW e incluso MTM no se le deja tejido sobrante en altura/ancho de hombros y escote, es decir lo que se le llama aplomaje que es lo que hace un sastre en la primera prueba, descoser los hombros y aplomarlos donde pida cada cuerpo, es algo complicado de explicar pero que una chaqueta RTW o MTM al arreglarla quede igual que un bespoke es imposible o que le vaya muy bien de aplomaje y tenga un arreglo mínimo de entalle lo cual sería mucha suerte o que no le quede bien pero uno piense que si debido a su falta de conocimientos. Otro ejemplo por el cual no se pueden arreglar es que los huecos de sisa suelen ser grandes y estos están cortados, es decir no se pueden subir.

    Es cierto lo que dice el señor Galiacho de que una tapa de un cuello queda mejor sin que se vea por el revés tejido en forma de pico, pero es más de sastrería artesana hacerlos con el sobrante de tejido en el cuello, ya que si un día se engorda tb se engorda de talla de cuello y así se puede arreglar adaptando en cuello al nuevo hueco de escote.

    Felicitaciones por el artículo

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  6. El 90% de los MTM que se venden en España son de una calidad muy low cost, entretelas y pegamento por todos sitios, fabricados en China o similar y sin prueba ni sastre de por medio.
    A diferencia de los MTM que se suelen vender en Italia, Francia, Londrés etc… que estos se hacen con entretelas full-canvas, pruebas y muchos incluso con mano de obra de sastrería artesana. ¿Que sucede con esto?, pues que en esos países se suele vender esos MTM a precios igual e incluso más que los sastres venden los bespoke en España.
    Para conocer hay que probar y entonces es cuando uno se da cuenta que el bespoke es otro cantar, cierto es que no es para todo el mundo.

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  7. Pues yo he visto chaquetas bespoke que en esta web que son un auténtico despropósito: chaquetas en que un hombro está más alto que otro, otras con huecos de los brazos enormes, que solo lucen bien si se posa con los brazos pegados al cuerpo. La realidad es que no todo el bespoke sale bien y casi nunca a la primera.
    Comprar una chaqueta de Zegna couture sale más cara que hacérsela en un sastre hispano. Pero la imagen que se obtiene con un traje así es bastante mejor,
    Cojo dos fotos, una de un sastre hispano y otra del catálogo de Zegna couture y sin dudarlo pienso que el que lee forocoches es el del sastre.

    De pagar un sastre, prefiero irme a Nápoles. Sale más caro si, pero la imagen que tienes con el marca la diferencia.

    Francisco

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  8. La realidad es esa, no todos los trajes bespoke salen bién, pero es debido a que existen sastres mejores y peores, de precio más alto o bajo, más o menos comprometido con su trabajo, más o menos perfeccionistas, con mejor o peor técnica, con diferentes estilos.

    Es como decir que un traje Zegña couture le queda bien a todo el mundo, estos trajes están estudiados para un físico con unas medidas concretas, unas proporciones específicas y sin apenas tejido sobrante para ensanchar para futuros cambios de físico. Con solo un 25% de artesanía comparado con un bespoke realizado por un sastre que trabaje al máximo nivel.

    Aunque por supuesto hay que respetar la opinión de todo el mundo.

    Firmas de lujo de verdad son Stefano Ricci, Kiton, Cesare Attolini etc…

    Referente a los sastres napolitanos no son ni de lejos los mejores, si es verdad que hay un gran número de sastres en Nápoles, debido a la cultura que existe allí,los de Nápoles son los más baratos, nada que ver con los sastres de Savile Row, Milán, París, Florencia etc…

    Hace unos años leí un reportaje de un ilustre sastre de Italia el cual decía:
    La gente con clase, cultura, estilo y un amplio bolsillo no se viste en Armani ni en Zegña van al sastre.
    Que pasen un buen día.

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