BESPOKE XLIII: LA CAMISA VAQUERA DE BURGOS, UN PASO MÁS ALLÁ EN EL CONCEPTO BESPOKE

En un momento donde en camisería las palabras “a medida”, “hecha a mano” o “bespoke” se utilizan con demasiada alegría, y pocas veces obedeciendo a su verdadero significado, conviene volver una [...]

En un momento donde en camisería las palabras “a medida”, “hecha a mano” o “bespoke” se utilizan con demasiada alegría, y pocas veces obedeciendo a su verdadero significado, conviene volver una vez más sobre qué es realmente una camisa bespoke, es decir, una camisa hecha a mano y a medida.

Como continuación del artículo introductorio que publicamos el pasado enero, esta semana os narraremos el proceso de confección de la camisa vaquera. Sin intención de volver sobre la filosofía de la camisería Burgos, sí es importante comentar que Burgos es de las pocas, o mejor dicho de las muy pocas, camiserías de “pata negra” que quedan en nuestro país.

Como toda camisería que se precie, Burgos a todo cliente le realiza un patrón único – no un patrón adaptado de uno ya existente -. De hecho se le toman entre diez y quince medidas antes de realizarle varios patrones (espalda, frontal, mangas cuello, puños etc). Confeccionada la camisa se prueba y solo si el cliente está conforme se le entrega la camisa. El muestrario de telas entre las que escoger es de lo más variado y extenso, y el cliente puede, por ejemplo, elegir entre los cuellos o puños más populares de la casa o, por el contrario, diseñar el suyo propio.

Sin embargo, lo más interesante de la buena camisería artesanal es la posibilidad de poder transmitir a tu camisa todos tus caprichos. Y en este punto no me refiero a escoger un color de hilo o un determinado tipo de letra para las iniciales, sino a algo mucho más ambicioso como es lo referente a la propia construcción de la camisa. Si bien, tanto los hombros, como el faldón y los ojales siempre se entregan cosidos a mano, solo el cliente pone el límite de hasta donde quiere su camisa de la manera más artesanal posible.

Hay clientes que prefieren que su cuello esté termo-fijado por las ventajas que esto supone a la hora de plancharlo. A otros, por el contrario, no les importa que se dedique más tiempo al planchado de su camisa y no dudan en pedir su cuello con entretela. Igualmente, hay clientes a los que no les resulta un problema que el canesú o las costuras laterales aparezcan cosidas a máquina y otros, sin embargo, quieren que dichas costuras estén rematadas también a mano. Obviamente, el tiempo que necesita una y otra camisa varía sustancialmente, algo que también hace el precio.

Esta camisa ha seguido el segundo camino, esto es, ha sido diseñada enteramente por mi, y tanto su línea como sus puños y cuello son únicos y se pintaron en papel antes de realizárseles el patrón. De la misma manera, pedimos a Carmen que todo aquello que fuera factible de coserse a mano se cosiera de esta manera. Como es costumbre, junto con la camisa se cosieron unos calzoncillos con la misma tela de la camisa; una opción muy personal que no tenéis porqué compartir.

Aunque al hablar de tela vaquera podamos tener en la cabeza una tela de tacto similar al de los jeans y de un número y peso elevado de onzas, el tejido de la camisa, como ya se explicó en el anterior artículo, es 100% de algodón y de un tacto que no difiere mucho del de una camisa de popelín. Esta camisa está pensada para usarse con corbata en un ambiente de lo más informal, quizás acompañando a una chaqueta cuadro Harris, un pantalón gris y unos buenos Tassels.

La manera más sencilla de saber si nos encontramos frente a una camisa donde ha sido cuidada su confección es corroborar que sus ojales hayan sido cosidos a mano. Esto, incluso en las mejores camisas industriales, es una prueba clara de que nuestra camisa, al menos parte de ella, efectivamente ha sido confeccionada a mano. La ausencia de este detalle debería ser motivo suficiente para quitar el rótulo de “camisería artesanal” a muchos locales que hoy de manera orgullosa lo exhiben. Otra forma fácil de asegurarnos de que la camisa se ha cosido con un mínimo de cariño es corroborar que los dibujos casan en la costura del hombro, detalle este último últimamente también frecuente en la buena camisa industrial. Al ser nuestro estampado liso, esto no es posible.

No obstante, en lo que sí podemos ver la atención que la camisería Burgos pone en los detalles de sus camisas es en la costura de los propios ojales. Si bien esto no siempre ha sido así, ahora los ojales aparecen cosidos de manera muy compacta lo que impide apreciar tela alguna de la camisa entre puntada y puntada. Esto es hoy muy difícil de encontrar incluso entre las camiserías internacionales más reputadas. Esto se aprecia también en los ojales de los puños, puños que se diferencian de los estándar por su rematado circular y por al ser muy estrechos dejar apenas espacio libre entre estos y la muñeca. Si bien antes el puño de la mano derecha lo cosían unos centímetros más ancho que el izquierdo, para que tras él quedara oculto el reloj, desde hace ya algunos años los prefiero ambos igual, cortos y muy juntos.

La hechura en una camisa deja un mayor margen de error que la sastrería, entre otras cosas por quedar gran parte de esta oculta tras la chaqueta. Sin embargo, es fácilmente reconocible una camisa hecha a medida (pero a medida de verdad) y una de confección. Con solo mirar donde cae la costura de los hombros, el largo de manga, la tela sobrante en la parte baja de la espalda y la hechura del pecho es fácil adivinar si se trata de una camisa de confección o a medida. Esto es todavía más fácil de percibir en los hombres estrechos de hombros pero con cierta barriga.

Nuestra camisa está cosida prácticamente a mano. Exceptuando el cuello y los puños, algo que según los camiseros de Burgos es imposible por no existir una aguja fina capaz de traspasar tantas capas de tela, el resto está cosido a mano. Según Carmen, si bien el problema no es tanto de la aguja, no se hacen a mano porque al tener que coser dos capas de tela y una entretela, hacerlo de manera que la puntada quedara pequeña y fina sería imposible y empeoraría el resultado final. Si nos fijamos en el hombro, observaremos que aparecen dos costuras, una cosida a mano y la otra a máquina.

El reforzar esta parte de la camisa con una costura a máquina busca darle una resistencia extra a dicha parte. Esto también se puede apreciar en los costados de la camisa. Rara vez veremos dichos costados cosidos a mano y sin embargo en esta camisa se han cosido a mano y se han reforzado con una segunda costura a máquina.

Mención aparte merece el cuello de la camisa, el cual si bien como acabamos de mencionar ha sido cosido a máquina, su realización es de exquisita factura. El canesú también se ha cosido a mano, como también se han rematado a mano los faldones de la camisa. Las iniciales las cosieron en rojo para que resaltaran sobre el azul y se hicieron en la parte lateral inferior de la camisa ya que no me gustan en el pecho. El hilo de la iniciales sobresale sustancialmente de la camisa lo que consigue un efecto muy agradable al pasar los dedos sobre él. El frontal y costado ha sido rematado con un pequeño triángulo del mismo tejido que la camisa. Aunque es bastante común utilizar otra tela y diseño para este detalle, yo sigo prefiriendo utilizar el mismo tejido que el cuerpo de la camisa.

Uno de los puntos fuertes de Burgos es que una vez tienen tus medidas y te han hecho una camisa, al resto apenas les tienen que hacer modificaciones. Mi camisa quedó francamente bien aunque quedamos en que ajustarían algo la parte baja de la espalda. Como se aprecia en la foto, en las sisas aparece una arruga. Esto no es ningún fallo, sino algo absolutamente necesario para tener cierta libertad de movimientos. Si dichas arrugas se suprimieran sería imposible poder estirar los brazos y las costuras terminarían cediendo.

Indudablemente habrá lectores que piensen, y seguramente tengan gran parte de razón, que no ven ventaja alguna en pagar el sobrecoste que supone hacerse con una camisa con tanto trabajo hecho a mano. Si bien esto no garantiza que la camisa vaya a durarnos el doble de tiempo o que nunca vaya a romperse, para mí representa un guiño a la artesanía que se hacía en otro tiempo y que hoy es ya prácticamente imposible de encontrar.

Este tipo de terminación transmite unas emociones imposibles de sentir en las camisas de confección y es por ello por lo que muchos de nosotros valoramos más estas camisas que las de confección; por famosa que sea la marca de estas últimas.

PD Las puntadas de las costuras se muestran por el lado anverso de la camisa para que se pueda apreciar más fácilmente que están cosidas a mano. Obviamente, la puntada que se ve en el exterior no tiene nada que ver con esta.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

25 comentarios

  1. Hola, de que fabricante es el tejido? Por otro lado en la ultima foto da la sensación que te quedan los hombros caídos, es así? O es solo una sensación. Gracias!

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  2. Vaya para Vd. toda mi admiración EA.
    Además de elegante, es Vd. atrevido pero discreto, clásico pero transgresor, distinguido pero mundano, señor de salón pero deportista. Vd. lo es todo y todo lo hace bien.
    No es de extrañar que de vez en cuando alguna señora muestre su admiración por su porte y su indudable atractivo físico (alguna llego a decir con cierta gracia que se lo comería enterito).
    No puede resultarnos extraño el imán que Vd. supone para las féminas ¡¡¡No hay más que verle en mangas de camisa!!!
    Enhorabuena.

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  3. Buenas tardes,

    cuantos piropos, pues yo desgraciadamente voy a llevar la contraria, al igual que la chaqueta tweet de hace unas semanas,no me parece que el resultado hace justicia a tanto trabajo que sin duda ha debido llevar la camisa.

    He echado de menos el detalle del cuello, ya que al ser exclusivo, creo que hubiese aportado al artículo.

    En cualquier caso, agradecerle el esfuerzo de mantener el blog y de sus apuestas arriesgadas,

    Y ya sabe lo que dice el refrán, "La adulación es una moneda que empobrece al que la recibe", as´que cuidado.

    Un abrazo.

    Eneko

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  4. Quitando los costados, el resto; canesu, faldones, mangas, e incluao el cuello lo hacen todos los camiseros de verdad lo cosen a mano. Y si se lo pides y logicamente lo pagas, te la pueden hacer enteramente a mano.

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  5. Me temo q si mira usted su cuello, sus carteras y du canesú descubrirá q raramente estarán cosidos a mano.
    Y si no es así, suba fotos de sus camisas y entonces admitiré estar equivocado!. Pero hasta entonces permítame decirle q está faltando a la verdad.
    Andrés

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  6. Yo tengo camisas hechas a medida (y a mano) por prácticamente todos los camiseros de España y creo que hoy por hoy Burgos es probablemente la que tiene los estándares de calidad más altos. Aunque también es la más cara, y con bastante diferencia. No obstante, si tenemos en cuenta que en Santa Eulalia sólo si lo pides te cosen los ojales y faldones a mano y la camisa cuesta 300€ tampoco Burgos es entonces tan cara. Dicho esto, nadie en España tiene la variedad y sobre todo la calidad de tejidos que tiene Santa Eulalia.

    Pero ya sea Burgos, Bel y Cia o Langa (para mi las tres mejores camiserías de España) todas ellas están en un nivel superior al que podéis encontrar en Jermyn Street. Solo ciertas camiserías napolitanas pueden competir con estas tres casas. Ventajas de estas últimas: q si se sabe buscar por 180-200€ tienes una magnífica camisa.

    Saludos
    Eduardo

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  7. Perdón por la coña pero el tema se lo merece, ose q además de embajador de la artesanía textil española, es ud el sex symbol del país -si entiendo bien al segundo anónimo-. Solo puede pasar en España….. Censure, hombre, a no ser q sea una claca

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  8. Entiendo que los que pelotean (2º comentario) le están pegando una buena vacilada. Por otro lado, la tendencia del blog está tirando por lo moderno cada vez más, todo lo que se hace Vd. últimamente es en tejido vaquero, y encima a medida! (chaqueta, camisa, pantalón). Para cuando unos calcetines o unos gayumbos vaqueros? Y por qué no un pañuelo?

    Por otro lado, yo jamás usaría una camisa vaquera con corbata. Bueno, realmente jamás me haría con una camisa vaquera. Pero cierto es que se agradece que alguien busque cosas diferentes y arriesgue. Felicidades!

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  9. Si no he leído mal el artículo, los gayumbos ya están…
    Entiendo que en este caso es una especie de algodón lavado a la piedra, no la típica camisa vaquera levi's.

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  10. Lo del gayumbo vaquero queda claro en el artículo que también se lo ha encargado. Eso sí que es arriesgar. Algun@ seguro que está deseos@ de que publique fotos y cuente las emociones que le transmite esa prenda "bespoke" con ese tejido 😉

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  11. En efecto, el sr. Galiacho es el más hortera de los mortales, es feo a más no poder, se regodea en su cohorte de aduladores y, además, los sastres le regalan sus productos. Su blog es pura basura.

    Por tanto esos que le criticáis ¿por qué le leéis?

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