El
calor es el mayor enemigo de la elegancia. Con él llega el deseo de
desprenderse de todo menos de lo estrictamente necesario para mantener ese mínimo
de pudor que exige el vivir en sociedad. Si el calor de los meses de verano viene
acompañado de grandes dosis de ordinariez, la búsqueda de la comodidad con el
que combatirlo se presenta en un frasco familiar donde la incorrección es su
principal compuesto.
No
obstante, todos sabemos de la existencia de varias armas con las que combatir
este peligroso calor sin necesidad de abandonarse a los peligrosos deseos de la
comodidad. Apuntemos estas y descarguémoslas sobre los diez errores que más
veremos durante las próximas semanas:
A
pesar de lo extendido de esta práctica, deberíamos ser conscientes de que la
formalidad que exige el asfalto de nuestras ciudades, nada tiene que ver con la
que aplica en la arena de nuestras playas y, por lo tanto, no se debería vestir
igual en unas latitudes y en otras. Tan poco elegante resulta presentarse en el
chiringuito de nuestra cala preferida con un zapato de doble hebilla como
hacerlo con unas chancletas de goma en una sala de cine. Intentemos no abusar en
la ciudad de las bermudas y reservémoslas para lugares lejanos a esta y, por supuesto,
solo para ocasiones de día.
2- Seguir
apostando por los mismos tejidos que en invierno
Llegó
el momento de despedir de nuestros trajes las lanas, las franelas, los melton,
las vicuñas y los tejidos más pesados y apostar por las lanas frías, las alpacas,
los linos y los tejidos gabardina.
En
el vestir de sport, los jerséis de punto y los pantalones de algodón sustituyen
a los más invernales de lana. Las camisas de lino son imprescindibles en verano
y su uso resulta muy elegante tanto acompañando al traje como a los atuendos informales.
Los calcetines de algodón sustituirán a los lana, tanto cuando se vista de
corbata como cuando se haga de sport.
3- No
pasar el testigo a las hechuras y cortes más desestructurados
La
relajación de la vestimenta que se da en estas fechas no es óbice para seguir
disfrutando de la elegancia que aporta el vestir de traje. Sin embargo, es hora
de olvidarnos ahora de los trajes con entretelas de invierno y forros enteros y
dar paso a entretelas de verano, medios forros y, en definitiva, a trajes menos
armados, menos serios y más ligeros.
El
frescor de la noche es el perfecto aliado para disfrutar de las chaquetas de
sport más estilosas y desestructuradas. El abanico de telas y diseños entre los
que elegir es muy amplio y las chaquetas de colores veraniegos, sin hombreras
ni forro alguno y de mangas ajustadas nos acompañarán con carácter en los bares
y terrazas de moda.
4- Continuar
vistiendo la misma paleta de colores que en invierno
Si
el verano se llena de luz y calor, ¿por qué seguir abusando de los azules y
grises oscuros?. Introduzcamos colores claros y alegres, que no llamativos, como
linos claros, azules cielos o grises suaves. Sin duda esto diferenciará al hombre
más entendido del que viste traje como si de un mero uniforme se tratara.
En
el atuendo de sport demos entrada a pantalones de corte más desenfadado y
apostemos por colores más propios de esta estación. Hagamos lo mismo con los
jerséis, las camisas y, por supuesto, con los calcetines.
5- Apostar
por camisas de manga corta
Una
camisa de manga larga ligeramente remangada resulta más estética que una de
manga corta. Vigilemos que no queda el codo descubierto y acertaremos. Si
seguimos prefiriendo el frescor de la camisa de manga corta siempre resultará
más elegante elegir un sencillo polo. Evitemos que el calor doblegue nuestra
voluntad y consiga desabotonarnos varios botones de la camisa. Ni qué decir
tiene que las camisetas de tirantes tienen prohibido ocupar espacio alguno en el
armario de nuestro lector.
Si
bien la vestimenta de corbata sigue exigiendo el uso de calcetines, hay que
tener presente que si en invierno resultaba muy aconsejable apostar por colores
alejados del negro, en verano es sencillamente obligatorio elegir otras
tonalidades.
Con
ciertos atuendos de sport se puede llegar hasta a prescindir de los calcetines pero
cuando se vistan escojámoslos de algodón con algún diseño interesante y de hilo
de Escocia si fueran lisos.
Si
bien los zapatos que acompañan al traje en verano poco varían de los de
invierno, los ya clásicos “gominos” o las cada vez más conseguidas alpargatas
son una opción muy acertada en la vestimenta informal más estilosa. La ventaja
de vestir estos zapatos sin calcetines concede después de un abrigado invierno,
además de elegancia, también un merecido respiro a nuestros pies. Y recordemos
que a pesar de la popularidad en España de los zapatos conocidos como
“náuticos” estos encuentran su lugar natural cerca del mar y no sobre el
asfalto de la ciudad.
8- Mezclar
prendas de invierno y verano
Evitemos
la extendida práctica de vestir una chaqueta de verano con un de pantalón de
invierno ya que rompe la armonía del conjunto. Igualmente, no nos dejemos
arrastrar por la reciente moda de mezclar prendas de diferentes temporadas.
Seguramente combinar una chaqueta cruzada con unas bermudas sea algo muy fashion pero no es elegante y mucho menos
coherente.
9- Prescindir
de corbata con el traje
Si
tenemos que vestir con traje no sigamos la práctica de desprendernos de la
corbata en cuanto haga su aparición el calor. Si queremos prescindir de la
corbata escojamos antes que el clásico traje, un conjunto de dos piezas, formado
por un pantalón y una chaqueta independientes, algo por cierto muy agradecido
en verano, y el traje sigámoslo vistiéndolo siempre con corbata.
Aunque
en la vestimenta formal la corbata sigue siendo imprescindible, ahora es el
momento de apostar por las exclusivas corbatas sin entretelar. Igualmente, las
de punto tipo tricot sustituirán muy
acertadamente a las de seda de entretelas gruesas. Las gorras de beisbol son
siempre una buena elección para protegernos del calor mientras hacemos deporte
pero una vez ya las zapatillas descansen en el armario resulta más elegante, al
igual que fresco, optar por un buen sombrero ecuatoriano, que no de paja, de
ala estrecha y badana de franjas a colores. Algo muy importante y que tendría
que ser diferente en invierno y en verano es el perfume. Las fragancias más
frescas se convierten en las protagonistas de estas fechas sustituyendo a las
más intensas de invierno.
Recordemos
que de poco vale el ir perfectamente conjuntados durante el invierno si luego
en nuestro tiempo libre nos convertimos en auténticos desconocidos.
El Aristócrata
34 comentarios:
Excelente artículo sin duda. El verano, especialmente en España, es un reto para la elegancia. Le agradecería mucho que hiciese un artículo respecto al "polo" ya que es una prenda de la que últimamente me tengo que valer mucho ya que estoy sufriendo temperaturas de hasta 40 grados y no puedo llevar camisas ni de lino. No solo por comodidad sino porque sudo mucho y al final la camisa da mala impresión. Seria genial que pudiese hacer un artículo respecto al polo insisto.
Saludos y gracias.
Estupendo artículo. Gran blog. Gracias por aprendizajes tan entretenidos y útiles.
Yo también soy un gran defensor del polo o, como decíamos de pequeños, el niki. Por supuesto que le da mil vueltas a las camisas de manga corta y, en mi opinión, es preferible a las camisas de manga larga remangadas.
Estimado Aristócrata, vuelvo a detectar el mismo argumento contradictorio en sus artículos; por un lado da su aceptación a las alpargatas (calzado por su origen campesinos) y sin embargo reprueba los náuticos en ambientes que no lo son atendiendo igualmente a sus orígenes... No entiendo, creo que es excesivamente riguroso con lo que no le gusta y permisivo con lo que coincide con lo que le place.
Sin más que felicitarle por su magnífico blog.
Carlos López
Es mucho más elegante una camisa de manga larga adecuadamente remangada que un polo.
Vamos, hombre...
A mí, los polos me pueden parecer cómodos, frescos y hasta bonitos pero, elegantes, no. Y en cuanto a camisas de manga corta, las hay muy bonitas y de tejidos infinitamente más frescos que el piqué de los polos. Dicho lo anterior, prefiero manga larga remangada.
Estoy de acuerdo con Carlos López: yo prefiero las alpargatas "siempre" y los náuticos sólo para navegar, pero es una mera cuestión de gustos y no se puede pontificar.
Mucha hipocresía. Reconozcamos al menos que resulta llamativo ver a un hombre blanco limpiando los zapatos a un hombre de color. No debería ser así, pero así es. No neguemos el pasado reciente en el que lo habitual era lo contrario. No justifico ni defiendo nada, me limito a describir cómo eran las cosas.
Nos echamos las manos a la cabeza y pedimos que se expulse a alguien por hacer un simple comentario del que se ha disculpado elegantemente y, sin conocerle, afirmamos que carece de un título nobiliario. No sé, todo un poco excesivo.
Además, parece ser que quien saca a relucir esa presunta carencia sin conocer al interpelado, presume de un título que no existe...
Un poco de prudencia.
Saludos,
Onofre.
A propósito de la foto del día, y enlazando con el tema del verano, estoy pensando en alguna chaqueta cruzada en un material ligero para ciertas noches de este verano. Me asalta una pequeña duda... El segundo botón de la chaqueta cruzada, ¿se debe atar?; ¿no se debe atar?; ¿es indiferente? Yo pensaba en principio que sí se debe atar, pero cuando me probé la chaqueta cruzada, enseguida me lo soltó la dependienta de turno; en casi todas las fotos lo he visto suelto, pero (y es un gran pero) uno de los máximos representantes del traje cruzado a nivel mundial (Carlos de Inglaterra) lo lleva atado generalmente (en las fotos que he visto).
Si he aprendido algo con este blog es que la chaqueta de hilera sencilla no debe atarse el segundo botón, pero la cruzada está pensada para no desabotonarse en ningún caso, ni siquiera al sentarnos. Entiendo que no debería desabotonarse...
En fin, dudas que le asaltan a uno...
Dani, pues depende... ¿Qué hileras tiene?. Yo tampoco le suelo dar mucha importancia al tema. Si uno tiene un poco de gusto y estilo, ¡hasta crea tendencia saltándose las normas!
A mi los polos me gustan aunque más en un espacio bastante informal.
Respecto a la chaqueta cruzada yo prefiero dejarlo desabotonado pero efectivamente al PCarlos le queda francamente elegante abotonado.
EA
Digamos que estoy en la fase de empezar a ser un poco más arriesgado combinando: estampados, colores, calcetines... Con ello quiero decir que aún ni pienso en saltarme las normas.
Creo que en primer lugar uno debe sentirse cómodo siendo un poco más arriesgado, no sentirse como si fuera disfrazado. Después, si se quiere, ya se harán cosas "rompedoras". Si no, uno puede convertirse sin quererlo en uno de los fantoches del Pitti que tanto nos dieron que hablar hace un par de semanas.
Gracias EA por la respuesta.
Con respecto a los náuticos, como donostiarra no puedo opinar. En su momento estuvieron muy de moda aquí (como corresponde a una ciudad con mar), pero, a día de hoy, si veo a alguien de mi "quinta" que los lleva (entre los 30 y los 40), las probabilidades de que ese alguien sea de Madrid (o de poblaciones cercanas en torno a la A-6), pasan el 75%. O sea, que más que una prenda, me funcionan como una "alarma". Por eso no puedo opinar. Ni llevarlos. Creo que hay por lo menos otro donostiarra que suele opinar, así que podrá corroborar o contradecir mi "teoría".
Saludos
Si repasan mi comentario en ningún momento escribo que el polo sea más elegante que la camisa de manga larga remangada, sino que lo que digo es que en mi opinión es "preferible", y es porque me estoy refiriendo a combatir el calor manteniendo una imagen. Creo que se va más fresco con un polo que con la camisa remangada, posiblemente, porque con el primero queda más espacio al aire en los brazos y el cuello. Y antes de que salte algún gracioso diciendo que entonces sería mejor llevar una camiseta de tirantes para ir fresco, reitero que estoy hablando de ir lo más fresco posible manteniendo las formas.
Por cierto, precisamente hoy estoy escribiendo desde el ordenador con una camisa de manga larga remangada, aunque no tengo nada que ver con el señor con coleta que la utiliza indiscriminadamente en todos los ambitos y apariciones públicas que hace.
Completamente de acuerdo con EA. A mí, el traje cruzado totalmente abotonado me queda fatal. Quizás porque, entre que todos los míos son azules, que tengo cara de crío y que soy ancho de hombros y flaco (nunca llevo ningún tipo de hombreras), parece que estoy haciendo la Comunión.
Eso sí, ¡ojo con lo que llega! En Pitti vi muchísima gente abrochando únicamente el botón de abajo. Personalmente, me parece horrible. Pero como siempre, para gustos los colores.
El polo no puede bajo ningún concepto calificarse como ´preferible' a una camisa de manga larga adecuadamente remangada.
Sencillamente pertenecen a ámbitos de formalidad distintos. El polo puede ser adecuado en un ambiente muy informal, pero no es una prenda elegante.
¿Es preferible un traje a un conjunto chaqueta-pantalón? No lo es, depende...
Saludos,
Onofre.
JDA, ¿cómo que con el polo queda más espacio en brazos y cuello?
El típico polo azul marino de piqué entallado da mucho más calor que una camisa de lino azul cielo o blanca. Y de la elegancia ni hablamos...
Vamos, JDA, no me sea pantanero...
En el cuello, no lo sé pero, evidentemente, los brazos están más frescos con un polo que con una camisa. Cuestión de superficie cubierta. Además, hoy hay piqués mucho más finos que un lino ordinario.
En cualquier caso, yo, el polo, para situaciones informales de tipo deportivo y, las camisas siempre que no se dé el cante (a veces, por querer ir elegantes, nos pasamos).
Sr. Aristócrata, un pantalón de lino, chaqueta de verano, polo y gominos (Sport) la chaqueta admite pañuelo? (Por el polo) gracias de antemano.
Me sumo a esta petición. Aunque yo uso polo con chaqueta para trabajar. Es insufrible la camisa.
¿Dar el cante con una camisa? No se en qué situación...
Sí, yo también creo que es difícil dar el cante con una camisa. A no ser que la usemos para jugar al tenis...
Hombre... Vaya usted a un concierto de ACDC, y da el cante... Con un polo, pues bueno..., pasa.
Respetando todas las opiniones, que esto es cuestión de gustos y evidentemente esto es personal...
Lo del polo con chaqueta como que me cuesta verlo. Por la parte práctica: ¿por qué cubrir con una manga larga una prenda de manga corta?. Por la parte estética: el efecto de una manga de chaqueta de la que no asoma nada no me encaja.
Pero ya digo, esto es personal.
Saludos.
Suscribo totalmente el comentario de Jandilla.
Saludos,
Onofre.
Con los polos de piqué fino se notan demasiado los pezones, lo que no es muy estético la verdad. Estoy totalmente seguro que las camisas de verano con manga larga remangadas son mas frescas y transpirables que el polo.
Carlos López...
Estoy de acuerdo, Carlos. No es muy estético, pero alguno he encontrado que no produce ese efecto. Eso sí, fue una ardua búsqueda.
Hola
¿Alguien que pueda compartir su experiencia con los zapatos de Saint Crispins?. Acabo de comprarme unos y tienen un aspecto excepcional.
He leido en su web que tan solo fabrican 1500 pares al año, me ha llamado la atención.
Gracias
No se equivoca. Son excepcionales y tienen diseños de lo más interesantes. Para mi SC y G&G son estéticamente de lo mejor, si no lo mejor, que existe hoy.
EA
Gracias, contare en el futuro el resultado si alguien esta interesado.
Un saludo,
Marcos
Hay una prenda que parece olvidada, y es la cubana o guayabera. Sr. Aristócrata, ¿me podría dar su opinión? Gracias
¡Grande, la guayabera!. En Xancó, Barcelona, las tienen preciosas y de todo tipo de materiales.
Yo, la uso, y la gente no me mira especialmente por la calle. Y tengo 40 años...
El lino es un gran aliado en la temporada estival.
¿Quién dijo que por llevar el brazo al aire se va más fresco?
Una camisa de lino por ejemplo, es mucho más recomendable ya que si estamos en el exterior y no gozamos de una sombra generosa, no solo estaremos más frescos que si utilizamos otros tejidos, sino que además nos protege de los dañinos rayos solares y evita la evaporación excesiva provocando deshidratación, sin mencionar futuros melanomas y tumores dérmicos.
A veces, cubrirnos de varias capas transpirables es mucho mejor remedio que exponer nuestro cuerpo desnudo a la radiación solar. Como muestra de lo que digo podemos observar a las tribus bereberes que llevan la práctica totalidad del cuerpo envuelto con tejidos sumamente ligeros y que añaden frescor y protección. Una costumbre de siglos y siglos viviendo en condiciones climatológicas extremas.
Atentamente
Yo tenía entendido que el exceso de ropa de los bereberes lo que provocaba es un exceso de sudoración, siendo el sudor lo que refresca el cuerpo...
En la mayoría de lugares existen los aparatos de climatización, así que por favor, no nos excusemos tanto con el calor y tal. No confundir adaptar el vestuario a la estación del año con ponerse lo que a cada mortal se le ocurra.
Y hablando de bereberes, creo que a lo que se hace referencia es realmente a Tuaregs. Sus ropas tienen doble funcionalidad, proteger de las altas temperaturas diurnas y las bajas nocturnas. Durante el día la holgura crea una cámara entre el tejido y la piel que aisla del calor, evita las quemaduras solares y pérdida de agua corporal, así como de la tórrida arena levantada por el viento. Por la noche, de igual modo su largura y distintas prendas aíslan del frío desértico. Que no darían por un buen climatizador estos seres...
yo uso guayabera casi a diario. me gustan epecialmente estampadas
saludos
Onofre
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