Presentación MdPC

Estimados Aristócratas, Ayer Lunes 14 se presentó el Manual del Perfecto Caballero en el Colegio Mayor de San Pablo. He preferido en vez de narraros todo el acto dejaros por escrito[...]

Estimados Aristócratas,

Ayer Lunes 14 se presentó el Manual del Perfecto Caballero en el Colegio Mayor de San Pablo.
He preferido en vez de narraros todo el acto dejaros por escrito los discursos del Sr. José María Reillo y el mío propio que creo bien definen lo que anoche se trató en dicha presentación.

Si bien en mi caso dicho discurso está íntegro, en el caso del de D. José María solo reproduzco un pequeño fragmento ya que los pasajes más brillantes del mismo se improvisaron sobre la marcha para beneplácito del respetable.

Me acompañaron en la mesa presidencial el Sr. Rafael Medina Abascal, Duque de Feria, y el Sr. Luis Sans presidente de Santa Eulalia. En ambos caso su facilidad de palabra les permitió enfrentarse a un auditorio a rebosar sin papel ni escrito alguno. Es por ello por lo que me resulta imposible reproducir sus magníficas intervenciones.

Muchas gracias a todos por asistir y por favor tened en cuenta que los discursos están escritos para ser leídos y no para que quedaran en papel.

Intervención del autor del libro

Estimados amigos de El Aristócrata, seguidores de El Mayordomo, lectores del Manual del Perfecto Caballero, familiares, amigos y colegiales de este tan querido para mi Colegio Mayor de San Pablo:

Antes de empezar a repasar el contenido de este libro quiero dar las gracias a quienes hoy conmigo comparten esta mesa.

En primer lugar a quien preside el acto, el gran sastre y mejor amigo D. José María Reillo. Con D. José María he tenido el enorme privilegio de haber pasado largas horas hablando de sastrería.

Sin lugar a dudas ha sido su pasión por su oficio, su afabilidad y cercanía así como su saber hacer lo que ha hecho que mi interés por la más alta sastrería no haya hecho otra cosa sino que aumentar.

Quienes hemos tenido la oportunidad de conocerle tanto a él como a su trabajo sabemos que este oficio centenario de pasado esplendoroso pero de futuro más que incierto todavía tiene en nuestro país un gran presente.

En segundo lugar quiero agradecer muy especialmente a Rafael Medina Abascal, Duque de Feria, el que desde el primer momento se brindase a escribir el prólogo del “Manual del Perfecto Caballero”.

Rafael Medina es todo un referente en el vestir; referente que con su elegancia intemporal nos recuerda al gran Cary Grant y con sus innovaciones en el atuendo masculino nos evoca al desaparecido y revolucionario Duque de Windsor.

En un mundo donde todo se paga y desgraciadamente también todo pago se termina cobrando es de agradecer que alguien, como ha sido el caso de el Duque de Feria, te ofrezca todo su apoyo y consejo de manera totalmente desinteresada.

Tanto en la redacción del prologo como hoy aquí con su presencia, Rafael es la prueba fehaciente de que es “señorío” la palabra que mejor define a un perfecto caballero.

Para terminar quiero agradecer al Sr. Luis Sans, quien ha venido exprofeso de Barcelona, el que me acompañe también hoy en la presentación de este libro.

El Sr. Sans, es la cuarta generación de una familia dedicada a vestir a lo más granado de alta sociedad catalana y española. Su tienda Santa Eulalia, además de ser todo un referente en el mejor vestir tanto de antes como de ahora, ha sido una de las grandes responsables de que la moda española haya traspaso fronteras.

Famosa históricamente por sus desfiles, Santa Eulalia es hoy el lugar al que acudir tanto si vestimos como lo haría el más purista gentleman inglés como si lo hiciéramos conforme al más provocador dandi italiano. Muchas gracias por venir Luis.

Los que de ustedes hayan podido reunir el coraje necesario para hacerse con un ejemplar del Manual del Perfecto Caballero y además hayan cometido la insensatez de llegar al final del mismo, habrán comprobado como en la corta biografía del autor destacan sobre todo lo demás principalmente dos cosas. Que soy de Albacete y que residí en este Colegio Mayor.

Por ello, muchas gracias a todos los que desde mi tierra habéis venido hoy a acompañarme y también a aquellos que de una manera u otra hacéis posible que tanto los muros como los principios sobre los que se construyó este Colegio Mayor sigan hoy tan vigentes como lo hacían en 1951.

La elegancia no es otra cosa que sencillez y saber estar. La elegancia masculina la aporta además de nuestra forma de ser y de actuar también la manera en la que nos comportarnos en sociedad. Y son, sin lugar a dudas, estas pautas y no una determinada manera de vestir las que determinan el verdadero grado de elegancia de cada caballero.

Decía Oscar Wilde que la moda era “una muestra de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses”. Resulta cuanto menos curioso que hoy casi dos siglos después esta afirmación siga tan vigente como cuando Oscar Wilde la pronunció.

La vestimenta de un caballero puede ser perfectamente actual sin necesidad de llamar sin sentido la atención. Con un sencillo traje azul marino, una camisa azul clara, una corbata azul oscura y unos zapatos negros de cordones se irá conjuntado infinitamente mejor que lo que desgraciadamente hacen hoy la mayoría de los señores.

Es cuanto menos revelador observar como en el año 2011 la forma clásica y varonil del vestir de los años treinta de Cary Grant, David Niven, Winston Churchill, Anthony Drexel o incluso de Fred Astaire sigue, con pequeñas modificaciones, tan vigente hoy como entonces.

Sin embargo, esas nuevas tendencias que inundan los escaparates, las pasarelas y las revistas de moda solo conseguirán sobrevivir, en el mejor de los casos, unos pocos años.

De tener la oportunidad de ojear fotos de Sean Connery en su papel de James Bond observaremos como aquellos cuidados conjuntos que 007 lucía con tanto refinamiento en la gran pantalla, con algún retoque tendrían todavía hoy un lugar asegurado en los armarios de los hombres más elegantes de todo el mundo.

La moda clásica masculina está experimentando un nuevo resurgir y el hombre más actual empieza a tomar sus propias decisiones sobre qué ponerse, cómo combinar las diferentes prendas, qué colores son los que más le favorecen etc. Y es precisamente para este caballero para quien está escrito este libro.

Tras la lectura de las Normas Básicas del Buen Vestir englobadas en el Manual del Perfecto Caballero todos estaremos en disposición de trasladar nuestra personalidad a nuestra ropa.

Entendiendo la importancia de los zapatos en cualquier atuendo así como los modelos más elegantes entre los que escoger estaremos en disposición de empezar a construir un buen armario. Aunque pueda parecer sorprendente algo tan sencillo como acompañar un traje de unos zapatos de cordones es hoy todo un enigma para la mayoría de caballeros de este país.

Conforme el lector pase las hojas de este Manual aprenderá a sacar el mejor partido a su físico. Aquellos de contenida estatura conocerán los trucos que le permiten aumentar en varios centímetros su altura. Aquellos otros que su objetivo sea el desprenderse de unos kilos de más también encontrarán en este libro los cortes y diseños que más sutilmente le pueden echar una mano.

Igualmente, con la redacción de este libro he intentado poner fin a varias máximas que se han extendido en todo tipo de círculos y que hoy desgraciadamente se dan por buenas. El lector comprobará porqué hay vida, y mucha, más allá de los calcetines de color negro o porqué se puede, y hasta se debe, vestir zapatos de color marrón con ciertos colores de traje y en determinados ambientes.

La idea de que no se puede vestir un traje diplomático con una camisa a rayas quedará de lado tras leer el capítulo dedicado a cómo combinar círculos, cuadros, líneas y otros diseños. Igualmente, la costumbre de vestir camisas de cuadros o corbatas de lana en la oficina quedará descartada.

Aprenderemos a seleccionar ese zapato que mejor combina con el color de nuestro traje o como sin el obligado pañuelo de bolsillo no hay elegancia posible. ¡Porque en definitiva si las chaquetas se hicieron con un bolsillo a la altura del pecho fue para albergar un pañuelo de bolsillo y no para que se quedase ahí solo de adorno!.

Y si, queridos lectores y amigos, esto no lo hacemos no es porque pensemos que no es algo elegante sino sencillamente porque nos da cierta vergüenza.

Y es precisamente esta vergüenza y timidez del caballero español la que ha hecho que hoy resulte totalmente normal pero no por ello menos preocupante acudir a un restaurante de negocios y comprobar como la inmensa mayoría de los caballeros se decanta por un traje de color azul o en su defecto uno de color gris.

Un país alegre como el nuestro caracterizado por sus muchas horas de luz y por un clima bastante benévolo necesita de caballeros que se atrevan a diferenciarse de esa masa uniformada que de idéntica manera acude a la oficina, a una boda o a una fiesta.

Uno de los capítulos sobre los que más me hubiera gustado detenerme es el que habla de la sastrería a medida. Este apartado ampliamente completado y desarrollado tanto en El Aristócrata como en El Mayordomo, es de vital importancia.

Si preocupante resulta la uniformidad en el vestir del caballero español no lo es menos el hecho de comprobar como nuestros actores más internacionales o nuestros deportistas de más renombre prefieren pagar verdaderas fortunas por trajes de confección que en el mejor de los casos podríamos decir que les quedan dos tallas grandes.

El sastre con la toma de medidas, la realización del patrón, su paso a la tela, el corte, la unión de las diferentes piezas, el hilvanado, las múltiples pruebas y los retoques finales consigue algo que le está vetado a la confección industrial, por prestigiosa que sea la marca. Esto es, un traje ceñido por fuera pero amplio por dentro.

Un traje que oculta los defectos, resalta las virtudes y que está totalmente acorde a las medidas, características y gustos del cliente.

Y por si todo esto fuera poco: además todo ello hecho enteramente a mano. Mano cuya calidad por cierto nada tiene que envidiar a la utilizada en la más exquisita sastrería italiana. Y exactamente lo mismo ocurre con una buena camisa hecha a medida y a mano.

Si el escenario al que el amante del buen vestir se enfrenta a la hora de hacerlo de traje resulta inquietante, aterrador es el espectáculo que se encontrará de tener que hacerlo de sport.

Siempre he mantenido que para considerar a un caballero como elegante éste lo tiene que ser tanto cuando viste de traje como cuando lo hace de sport. Sólo cuando en ambas facetas se vista correctamente se podrá calificar a un señor como elegante.

Si bien es cierto que siempre resulta más fácil vestir correctamente de traje que hacerlo de sport, de nada sirve vestir acertadamente con corbata si al terminar la jornada laboral y colgar la chaqueta en el armario uno se convierte en un perfecto desconocido.

Con un mínimo de gusto y atención a unas pocas pautas se puede vestir de traje tan elegante como el que más. Por el contrario, para hacer lo propio vistiendo de manera sport es necesario además de tener gusto también tener estilo.

De prestar atención a la forma de vestir de personajes públicos como políticos o empresarios observaremos como ésta cambia bastante y normalmente para mal, cuando dejan de lado el traje y pasan a vestir de pantalón y jersey.

Esto se aprecia más si cabe cuando estos caballeros cuentan con asesores de imagen que les indican qué traje, qué camisa y qué corbata tienen que vestir durante sus actos oficiales pero dejan a su libre elección la ropa a vestir en su tiempo libre. Sobran los ejemplos.

Hay ocasiones como los conocidos como Casual Friday, una tarde de compras, o sencillamente una mañana en la playa o en la cola del pan que sirven para reconocer a ese “perfecto caballero” que de forma tan elegante lleva un reloj de bolsillo con su chaqué y de forma tan natural y estilosa viste una camisa de lino en su tiempo libre.

Y es para todos esos caballeros que no se conforman en vestir estilosamente en sus quehaceres diarios sino que también lo quieren hacer en su tiempo libre para los que va dirigido este libro.

El que hoy no se viste bien queda patente en los más diversos actos; incluidos los más formales. Por ello he tenido a bien concluir este libro con un extenso capítulo dedicado a la vestimenta formal.

La ignorancia que existe a la hora de hacer uso de la vestimenta más protocolaria ha hecho que incluso no pocos caballeros se planteen a la hora de casarse hacerlo con un esmoquin.

Y si mal está casarse con un esmoquin por ignorancia, no lo está mejor hacerlo vistiendo un frac donde sobresalga el chaleco por la chaqueta o donde una pajarita negra ponga el broche al conjunto. Y en este caso amigos también sobran los ejemplos.

Construir un buen armario requiere de tiempo, conocimiento, gusto, estilo y de también saber invertir nuestros limitados recursos correctamente.

Por ello, no quise terminar este libro sin dejar al lector unas recomendaciones que de seguirlas le permitan alargar la vida de sus zapatos, cuidar la de sus trajes y camisas y preservar la seda de sus corbatas más queridas.

Nuestra manera de vestir abre y cierra muchas puertas en cuestión solo de segundos. Decía el Conde de Chesterfield que “el estilo es el ropaje del pensamiento; y un pensamiento bien vestido, como un hombre bien vestido, se presenta mejor.”

Por ello Paulinos y amigos hagamos que la máxima de esta casa de ser señores de nosotros mismos y con los demás siga tan vigente hoy como antes y empecemos a vestir no solo para nosotros sino también como una muestra de respecto a los demás.

Muchas gracias a todos y gracias nuevamente por haber venido.

JMª L-G G

Intervención de D. José María Reillo, ex-presidente del Club de Sastres de España

El manual del perfecto caballero viene a cubrir un espacio casi vacío del buen vestir. Este magnífico libro (muy bien documentado) será un referente en el hábito del buen vestir. El autor del libro José María López Galiacho a través de su blog “el aristócrata” así como sus comentarios en la sección llamada “El mayordomo” del periódico digital extraconfidencial.com, realizan una extraordinaria labor de gran ayuda para culturizar las formas de vestirse adecuadamente. Este trabajo puede ayudar no sólo al público en general sino también a los profesionales de la costura masculina.

El deterioro sufrido por el atuendo masculino es bastante llamativo, todo esto unido al aburrimiento general de las formas de vestir del hombre en nuestro país. Generalmente se utilizan los mismos colores, azulado ó gris oscuro y estos siendo lisos. Lo cual, se ha convertido en un uniforme de trabajo en cualquier actividad que lo requiera (mundo empresarial, política etc…), olvidando que estos tonos son correctos única y exclusivamente a partir de las siete de la tarde.

Con los tejidos que se realizan hoy, de una calidad muy superior en textura y suavidad, se puede realizar un vestuario mucho más divertido y diverso en su colorido. Si exceptuamos a Italia, donde los hombres visten de un forma imaginativa y en competencia entre ellos mismos, el resto de países europeos padecemos este síndrome del adocenamiento. Parece como si no existieran las ideas léase: principe de gales, rayas en diferentes tonos, cuadros ventana, microdibujos, patas de gallo etc…etc….

No ocurre lo mismo en la moda femenina donde la mujer a gran velocidad, procura distanciarse del resto no coincidiendo unas mujeres con otras. Estoy seguro que si una mujer asiste a un evento y va igual vestida que otra mujer, sería un motivo de desagrado. Es necesario que el hombre se quite sus complejos sin caer en la vulgaridad de ir disfrazado, vistiendo con diferentes tonos y estilos cada día de la semana.

A modo de ejemplo, el mundo artístico tiene su uniforme, mientras las actrices visten cada día mejor, los actores utilizan dicho uniforme habitual (traje negro y camisa negra) con las mangas rozando los nudillos. Eso si, si la mujer no lleva el vestido adecuado, reciben muchas críticas, pasando el hombre totalmente desapercibido.

Otro ejemplo una prenda tan importante como el “FRAC”, se ven demasiados casos donde el chaleco tiene una mayor longitud que la levita a la altura del talle.

Como ejemplo notable hay que destacar los pantalones largos, si observamos una fotografía de los presidentes de la Comunidad Económica Europea, la mayoría reposan en exceso sobre los zapatos.

Una costumbre muy extendida en España es la utilización de los mocasines cuando se lleva un traje, tenemos el ejemplo, en el debate televisado de los candidatos a la presidencia de este país, cuando lo correcto es utilizar un zapato con cordón tipo “Oxford”.

Necesitamos respetar las normas del vestir como unas normas más de protocolo. Vestir adecuadamente en cada momento es muy importante sobre todo si estás en un sitio donde no eres conocido. Ya que es una buena tarjeta de presentación, por ejemplo en una visita ó reunión de trabajo, una fiesta, incluso en una boda. En este último caso, muchos caballeros alquilan un “CHAQUÉ” donde las medidas no coinciden generalmente con el cuerpo del caballero. Eso si, con paños gruesos, que en verano les hace pasarlo muy mal.

Reconocidos deportistas de élite, visten en actos públicos como entregas de premios, trajes brillantes que son el culto a la vulgaridad, realizados por marcas muy conocidas.

También es llamativo que en un concierto de música clásica ó en la ópera se acuda vestido con pantalones vaqueros.

Capítulo a parte merece la pena nombrar esa famosa prenda extendida y utilizada por algunos hombres en verano en cualquier momento del día, como es el llamado “pantalón pirata” que debería de ser tipificado como falta grave en el código penal.

El sector profesional de la moda y el diseño masculino también debe salvaguardar determinadas normas a la hora de diseñar las nuevas creaciones. No es compatible americanas con talle alto y pantalón de talle bajo ya que entre una cosa y otra asoma la camisa, siendo esto un error garrafal.

Recientemente en el Congreso de los Diputados, el presidente del mismo tuvo que instar a sus señorías a que se pusieran corbata, siendo esto un complemento totalmente necesario incluso en la estación de verano. Disponemos de estupendas instalaciones de aire y no puede servir de excusa para no usarlas.

Dejando de lado, todos estos ejemplos y costumbres popularizadas en la sociedad que vivimos observo que sigue siendo una asignatura pendiente el modo de vestir de forma adecuada a cada momento y no así en la utilización o consumo de otros productos de gran calidad llámese vinos, locales de alta gastronomía, automóviles, viajes.

Les animo a que lean este libro es un buen ejemplo de como tiene que vestirse el hombre en cada momento.

Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a EDICIONES MARTÍNEZ ROCA, a la EDITORIAL PLANETA así como a D.José María López Galiacho por poner a disposición de los profesionales del sector y al público en general este manual del buen vestir.

También quiero agradecer a todos los asistentes a esta presentación su amabilidad por haberme escuchado.

Muchas gracias

José María Reillo

Espero que os haya gustado y a los que vinisteis muchas gracias y a los que no pudisteis se os echó de menos.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

15 comentarios

  1. Fue todo un placer el poder estar y escuchar a los ponentes.

    Unos mas acertados que otros.

    Con un cierre de evento por parte del autor excepcional.

    Y con una organizacion y localizacion inmejorable.

    Un abrazo "artista".

    rafis ckt.

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  2. Fue una gran presentación. El discurso de D. José María me pareció especialmente bueno, con un gran sentido del humor.

    Fue magnífico poder estar en la misma sala con tanta gente tan entendida en lo que se refiere al vestir masculino. Muy bueno el detalle de la música.

    Javier

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  3. Apasionante viaje, a traves de la moda para el caballero, el que nos ofrecio EA y los ponentes. Solo esperar que sea el primero de otros grandes exito.Impecable organizacion. Un abrazo. Phil

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  4. Maravilloso acto y maravillosa idea la de la musica, las interenciones y las menciones estuvieron muy acertdas al contrario que lo que pude observar en la mayor parte de los asistentes vestidos de chaqueta que no llevaban el, tantas veces mencionada su obligatoriedad, pañuelo de bolsillo, error garrafal, muy mal el salir de casa sin el y encima asistir a un acto como este sin el olbigado complemento. tambien me gustaria citar la poca, llamemos "profesionalidad" de D. Rafael Medina al llegar tarde a un acto, aunque podría deberse a otros motivos importantes, y por otro lado el subir a el atril sin discurso e ideas y quedarse desde mi punto de vista en blanco y sin saber que decir, no me pareció muy decente.
    Por lo demás mi mas sincera enhorabuena, esperemos poder seguir contando con vd. y que no sea el ultimo libro en la materia. Un saludo.

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  5. Señores, el buscar la perfección en el vestuario no significa que haya que buscar con lupa el más mínimo detalle descuidado de otro caballero para criticarlo despiadadamente.

    La perfección también consiste en ser discreto en los comentarios vertidos sobre otros, y más si se hacen desde el anonimato.

    Un saludo

    J.Q.

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  6. ¿ Quien es el sastre del Conde ?, Sin duda por su excelente entalle y hombros en su sitio tengo la duda que sea un sastre español, sino del Sur de Italia , lugar donde habitan los verdaderos y merecedores de la palabra en cuestion. Y si me equivocase ,sin duda deseo conocerlo al semejante maestro.

    La chaqueta del Presidente del Club de Sastres es el vivo ejemplo de lo que digo es cierto.., Deja mucho que desear y sus solapas parecen ser alas de gaviota dispuestas a volar por libre.

    Mi mas sincera enhorabuena y no pude estar alli por razones graves de salud que bien conoces pero siempre lamentare el no haber podido hacerlo.

    Francisco.

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  7. Sin embargo no puedo estar mas de acuerdo con mi criticado mas arriba, el Sr. Reillo en este parrafo. Le envio un aplauso desde la otra punta de la patria.

    Capítulo a parte merece la pena nombrar esa famosa prenda extendida y utilizada por algunos hombres en verano en cualquier momento del día, como es el llamado “pantalón pirata” que debería de ser tipificado como falta grave en el código penal.

    Y añado , los tirantes o chanclas con ( o sin ) el susodicho atuendo, ya serian de Garrote Vil.

    Francisco

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  8. Gracias a todos.

    Creo que pasamos un buen rato.

    ¡Lástima que el Colegio Mayor no me dejara dar un vino después para habernos quedado un rato más charlando!

    Yo creo que tanto el traje del Sr. Reillo como el del Sr. Medina son sencillamente perfectos. Cada uno, por supuesto, en su estilo pero ambos son francamente más que interesante.

    En cuanto saque un poco de tiempo prometo escribir un artículo entre el corte napolitano y el típico corte inglés.

    Un fuerte abrazo
    EA

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  9. Así es. Precisamente en esa foto también aparece Larrainzar.

    Yo también pude reconocer además de a Jaime Gallo, Larrainzar y Reillo también a Enrique Cordova, al histórico Manuel Nuñez y al joven Borja de Scalpers.

    Vamos que si llega a pasar algo allí ese día nos quedamos sin sitio donde ir a hacernos nuestros trajes!!!

    Gracias Aristócrata por tan maravillosa velada.

    Eneko

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  10. Ha sido un acto estupendo, amenizado con una agradale música, todo un acierto.

    Enhorabuena por el éxito del libro y esperamos poder volver a disfrutar de tus experiencias y vasto conocimiento de la moda masculina en futuros libros!.

    Raquel

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  11. Hola me encanta su blog, su libro caerá esta navidad
    Tengo varias preguntas que hacerle:
    En cuanto a corbata española cual aconsejaría?
    Tanto marca como tienda…
    En el tema plumas estilográficas? cual serian su elección?
    Prendas como la canadiense sustituyen a un abrigo? en que situación?
    Gracias y un saludo

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  12. Estimado Aristócrata. Muchas gracias por sus esfuerzos. Son útiles y bienvenidos. Leo en un viejo post de London Lounge que se interesa vd. por algún sastre español algo más accesible que los grandes nombres. Le señalo Fernando Hervás. Uno de los grandes y de quien llevo siendo cliente muchos años. Es uno del Club de los Grandes y entre sus clientes se ha contado el Rey de España, cosa que nunca me ha dicho pero que se adivina a través de la foto firmada por puño y letra del Monarca. Un saludo cordial.

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